Chapecoense

    El nuevo Chapecoense entra en acción ante el campeón de Brasil

    Dos meses después del accidente aéreo en el que murieron 19 de sus futbolistas, el 'Verde' volverá a jugar un partido de fútbol.


    Por:
    TUDN

    El delantero del Barcelona Neymar y el atacante del Atlético Mineiro Robinho se exhibieron en compañía de otras estrellas del fútbol en un partido benéfico celebrado hoy en el estadio de Pacaembu de Sao Paulo para recaudar fondos sociales.
    El partido es una iniciativa surgida a partir de un cruce de comentarios en tono irónico entre los dos futbolistas por la red social Twitter que ha terminado por hacerse realidad en la capital paulista.
    El enfrentamiento, cuyo cártel de presentación era "Ousadia x Pedalada" por la excéntrica forma de jugar del atacante del Barcelona en el primer caso y las famosas bicicletas del segundo, rescató en estas fechas navideñas el ambiente familiar en el fútbol con gradas repletas de niños acompañados de sus padres. Estuvo presente el piloto Felipe Massa.
    Neymar deseó en zona mixta instantes antes del partido que el evento "fuera un éxito" y agradeció a todos los asistentes allí presentes participar en él.
    Las dos estrellas, que deleitaron al público con regates vistosos y goles, invitaron al encuentro a otros jugadores de talla internacional como Daniel Alves, Gabriel Jesús, Lucas Lima, Kaká o Julio Baptista, estos dos últimos exjugadores del Real Madrid, al igual que su compatriota Robinho.
    Los protagonistas del encuentro posaron antes del pitido inicial delante de un cartel con la etiqueta "#ForçaChape", en referencia al accidente aéreo ocurrido en Colombia el 28 de noviembre que provocó la muerte de 19 jugadores del modesto club Chapecoense, así como de una gran parte de su directiva y cuerpo técnico.
    A modo de tributo, Neymar y sus amigos vistieron un uniforme con los colores de la selección colombiana, mientras que los colegas de Robinho llevaron el verde y blanco característico del malogrado equipo catarinense.
    Las gradas corearon el ya célebre cántico "Vamos, vamos, Chape" y en uno de los fondos del estadio había una gran pancarta que rezaba: "El Pacaembu también siente tu dolor".
    En un ambiente festivo y con el aforo prácticamente lleno, el juego también contó con la presencia de otras personalidades de distintas disciplinas deportivas como el expiloto brasileño de Fórmula Uno Felipe Massa, quien este año corrió por última vez en el circuito paulista de Interlagos.
    Parte de la recaudación obtenida esta noche será invertida en el Instituto Proyecto Neymar Jr., un complejo que aúna deporte y educación y alberga a 2.400 niños en Praia Grande, en el literal del estado de Sao Paulo.
    Asimismo, los aficionados, que llegaron a hacer la ola en repetidas ocasiones, llevaron alimentos imperecederos, los cuales serán donados a organizaciones sociales e instituciones de caridad.
    La hinchada cumplió de manera general con el requisito de los organizadores de no vestir camisetas de sus clubes favoritos con excepción de la elástica de la selección brasileña de fútbol y la del Chapecoense.
    Los talentosos dieron lo mejor de sí para el público presente.
    El resultado fue secundario, pero lo cierto es que hubo lluvia de goles y los amigos de Neymar finalmente ganaron por 13-9 a Robinho y compañía.
    El deporte brasileño da así su aporte en medio del dolor por la partida de la plantilla del Chape.
    El mundo sigue su duelo tras el accidente aéreo del pasado 28 de noviembre en el que falleció la mayoría del plantel de Chapecoense en Colombia.

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    Imagen Getty Images
    El delantero del Barcelona Neymar y el atacante del Atlético Mineiro Robinho se exhibieron en compañía de otras estrellas del fútbol en un partido benéfico celebrado hoy en el estadio de Pacaembu de Sao Paulo para recaudar fondos sociales.

    Dos meses después del accidente aéreo en el que murieron 19 de sus futbolistas, el Chapecoense volverá a jugar este sábado un partido de fútbol, en un amistoso en su estadio en el que recibirá al actual campeón brasileño, el Palmeiras de Sao Paulo.

    El modesto equipo de Chapecó (estado de Santa Catarina, sur de Brasil) se ha ganado la simpatía de todo el mundo futbolístico tras la tragedia aérea ocurrida la noche el 28 de noviembre en Colombia, cuando se disponía a jugar la final de la Copa Sudamericana ante el Atlético Nacional de Medellín.

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    Tanto la plantilla del primer equipo como el organigrama técnico y directivo del club han tenido que ser reemplazados a raíz del accidente, en el que además de 19 futbolistas, murieron 14 miembros de la comisión técnica y nueve directivos del club.

    El principal responsable del nuevo Chapecoense es Rui Costa, director ejecutivo de fútbol y que fue el elegido para iniciar la nueva etapa, en sustitución de Mauro Stumpf, una de las 71 víctimas del accidente.

    "Es un escenario difícil, totalmente diferente a lo que ya me enfrenté. Ya pasé por clubes que necesitaban contratar cinco jugadores, o reducir costes. Tuvimos que montar prácticamente un equipo entero. Además, perdemos profesionales de apoyo, el Centro de Inteligencia del fútbol. Quien murió tenía conocimiento de datos relacionados al club. El desafío es muy grande", asegura Rui Costa.

    Junto a él, el responsable de comandar el equipo será Vagner Mancini, un técnico de 50 años con un amplio recorrido en los banquillos brasileños y con experiencia en grandes del país como el Santos, el Cruzeiro, el Botafogo o el Vasco da Gama.

    Tras la tragedia, la mayoría de clubes brasileños ofreció la cesión de jugadores al Chapecoense e incluso se habló de que el equipo tendría garantizada durante tres años la permanencia en la Serie A, algo que el propio club rechazó.

    Veteranos como el islandés Eidur Gudjohnsen o el argentino Juan Román Riquelme (este último retirado) se ofrecieron para jugar en el Chapecoense.

    Gudjhonsen incluso invitó públicamente a hacer lo mismo a su compañero en el Barça Ronaldinho Gaúcho.

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    El club, sin embargo, apostó por la juventud para rehacer el equipo, una propuesta poco habitual en Brasil, cuya liga ha sido bautizada como el "cementerio de elefantes" por la gran cantidad de veteranos que actúan en ella.

    Con una media de edad de 24 años, el Chapecoense realizó 23 fichajes para hacer el equipo, 14 de ellos menores de 25 años, y subió a 11 jugadores del juvenil.

    En el aire, hay la posible reincorporación de los defensas Neto y Alan Ruschel, sobrevivientes del accidente y que pese a su intención de volver al césped, nadie sabe si podrán regresar al fútbol de elite.

    Quien seguro no podrá hacerlo es el tercer sobreviviente del equipo, el portero Jackson Follmann, a quien se amputó una pierna.

    Los encargados de diseñar la nueva plantilla tampoco han querido romper con dos de elementos considerados claves para el éxito de gestión deportiva y financiera el Chapecoense en sus tres años en la elite del fútbol brasileño: control financiero y el perfil de los jugadores.

    Los sueldos de la plantilla oscilaban entre los 6.000 y los 32.000 dólares mensuales, cifras muy modestas dentro del fútbol brasileño y que se han querido mantener, mientras que se ha intentado evitar contratar futbolistas con afición por la noche, algo que se ha traducido en un buen rendimiento en el terreno de juego.

    Las dos caras más conocidas del nuevo 'Chape' son dos veteranos: el portero Artur Moraes, de 35 años, exRoma y Benfica, y el delantero Wellington Paulista, de 32 años, que será el encargado de suplir el fallecido Bruno Rangel, máximo goleador de la historia del club con 81 dianas.

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    "Representar a Bruno Rangel como él representó la camisa del Chapecoense será un orgullo inmenso. Espero hacer tantos goles como él hizo. Quiero la media de goles que él tenía, hacer muchos goles para representar esta camisa 9 muy bien", afirmó en su presentación.

    El equipo verde tendrá ante sí una difícil temporada, con la participación en siete competiciones: Copa Libertadores, Serie A brasileña, Copa de Brasil, Campeonato Catarinense, Primera Liga, Recopa Sudamericana y la Copa Suruga, que jugará como campeón de la Copa Sudamericana ante el ganador de la Copa de la Liga japonesa.

    "Ningún jugador que vino aquí vino por pena. Vinimos porque somos profesionales y queremos disputar campeonatos de alto nivel. El objetivo del Chapecoense en 2017 es continuar lo que los jugadores que ya no están más aquí venían haciendo y seguir dejando el equipo en un nivel elevado", afirmó el defensa Nathan, otro de los nuevos fichajes.

    El nuevo Chapecoense debutará este sábado a partir de las 16.30 hora local (18.30 GMT) en el Arena Condá de Chapecó ante el Palmeiras, curiosamente, el último equipo al que se enfrentó el club verde antes del accidente, el 27 de noviembre.

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