SANTIAGO DE CHILE - Arturo Vidal, centrocampista del Juventus italiano y goleador de Chile en lo que va de la Copa América, comparece este miércoles ante un tribunal tras un accidente de tráfico en estado de ebriedad y al volante de su Ferrari rojo, incidente que se suma a los ya conocidos en la historia de la selección chilena.
"Lo hizo de nuevo", era el comentario que predominaba en los medios y entre los aficionados chilenos acerca de nuevo caso de indisciplina protagonizado por el "Rey Arturo", que al igual que otros jugadores de la Roja, han jalonado sus exitosas carreras con escándalos con el alcohol ha sido protagonista.
Tras el partido del lunes con México (3-3), en el que Vidal anotó dos goles, la plantilla de la Roja se entrenó suave el martes por la mañana y el técnico Jorge Sampaoli premió a sus dirigidos con varias horas libres; debían recogerse a las 23.00 horas (02.00 GMT del miércoles) al lugar de concentración.
El jugador, al parecer, compartió primero un asado con otros jugadores en las afueras de Santiago y al regreso se detuvo en un casino donde se le vio en plan de fiesta y apuestas, acompañado de su esposa.
Con el tiempo justo para llegar a la concentración, corría a 160 kilómetros con su Ferrari cuando chocó con otro vehículo que volcó, se salió de la pista y se detuvo al borde de una zanja de varios metros a la que no cayó por milagro.
El también exjugador del Bayer Leverkusen alemán y del Colo Colo chileno fue sometido a un control de alcoholemia que dio positivo (1,2 gramos de alcohol, según versiones extraoficiales) ya que en Chile se considera ebrio a quien marca 0,8 gramos.
El destino de Vidal comenzó entonces a jugarse en un tribunal y en las oficinas de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), estremecidas por el escándalo, uno más en el currículo del jugador, que desde el 2007 ha estado envuelto en episodios de este tipo.
Aquel año, en el Mundial Sub'20 de Canadá, tras caer ante Argentina en semifinales, varios jugadores chilenos, Vidal entre ellos, se enzarzaron en una pelea con la policía, tras la cual fueron detenidos y conducidos esposados a un cuartel.
Vidal acusó a los agentes de haberles insultado con expresiones racistas y de usar fuerza excesiva contra ellos.
Ese mismo año, varios jugadores de la selección absoluta protagonizaron el "Puertoordazo", en la Copa América de Venezuela, cuando celebraban su pase a cuartos de final (como mejor tercero), autorizados por el entonces seleccionador chileno, Nelson Acosta.
La madrugada los encontró borrachos en el hotel de concentración, en Puerto Ordaz, acosando a las camareras y lanzándose piezas completas de jamón. El incidente le costó el puesto a Acosta y en cuartos de final, Brasil despidió a la Roja del torneo con un demoledor 6-1.
Vidal volvió a las andadas en noviembre de 2011, en el llamado "Bautizazo", junto con Gonzalo Jara, Carlos Carmona, Jean Beausejour y Jorge Valdivia, quien aprovechó unas horas libres que les concedió el seleccionador Claudio Borghi para bautizar a uno de sus hijos.
Los cuatro volvieron atrasados y borrachos a la concentración, de la que fueron expulsados y castigados con veinte partidos sin poder jugar por la Roja. Al final hubo reducciones del castigo y el primero en pedir perdón y volver fue Arturo Vidal.
En octubre de 2013, en medio del jolgorio por la clasificación al Mundial de Brasil 2014, Vidal perdió el vuelo en que debía regresar a Italia y el entonces técnico del Juventus, Antonio Conte, lo dejó en el banco de suplentes por tres partidos y el club le aplicó una multa.
En el último torneo italiano, Vidal estuvo en una discoteca de Turín hasta las 05.30 de la madrugada de un viernes y debió ser sacado por los guardias tras una pelea con otro cliente.
Era la víspera de un partido con el Roma y el chileno llegó atrasado al entrenamiento, por lo que el técnico Massimiliano Allegri también le dejó en el banco, mientras los dirigentes le aplicaron una dura multa económica.
La indisciplina ha sido difícil de superar en la selección de Chile. En los años noventa varios jugadores fueron sorprendidos con mujeres en un hotel de la ciudad colombiana de Cúcuta y lo mismo ocurrió en Escocia durante una gira europea años más tarde.
También se recuerda que en 2001, en la víspera de viajar al Mundial Sub'20 de Argentina, una decena de jugadores fueron detenidos en un prostíbulo en el centro de Santiago.
En ese contexto, Arturo Vidal se ha limitado a seguir la huella.