Erick Gutiérrez confiesa que tocó fondo con el PSV más de tres años y ahora es importante

El mexicano Erick Gutiérrez tuvo ofertas de Liga MX cuando pasaba su peor momento en PSV, pero nunca cesó en su afán de triunfar a pesar de confesar que tocó fondo tres años y medio por no jugar y lesionarse de forma constante.

“Ahora me considero muy fuerte mentalmente. Pasé por lo más difícil que fue no jugar tres años y medio, y sí tuve problemas, llegué a desconfiar de mí, pasaron muchas cosas por mi cabeza, pero pasó ese momento, ese donde caí y toqué fondo, pero ahora veo las cosas de otra manera, estuve en los dos lados, en el banco y ahora jugando, ya soy consciente y aprendí mucho de todo eso. No me arrepiento de nada por lo que he pasado. Me siento muy fuerte mentalmente y bien físicamente”.

Guti señaló cómo fue el proceso que vivió mientras los técnicos no confiaban en él, pero sobre todo, dijo que es un guerrero, porque siempre en su cabeza mantuvo el pensamiento de que su oportunidad iba a llegar.

“Me considero un luchador y un guerrero por todo lo que he logrado aquí, porque tuve la posibilidad de salir y no lo hice, tenía oportunidad y en mi cabeza decía: ‘Cómo voy a salir de acá sin lograr nada, sin ser importante’. Así me considero, un luchador y un guerrero por todo lo que batallé para llegar a donde estoy ahora y siempre voy a luchar dentro de la cancha y fuera por mi familia y mis compañeros, así soy yo y sí me considero un luchador y un guerrero”.

Fuen contra el Mónaco en b cuando Roger Schmidt decidió ponerlo de titular y tras 90 minutos jugados Erick Gutiérrez no dejó de ser habitual en el 11 del PSV Eindhoven.

“Sí, ese partido determinaba… tenía la oportunidad por la que luché todo momento y ese partido determinaba, si lo hacía bien, seguía, o podía tomarme más en cuenta el entrenador, y si lo hacía mal, regresar a donde estaba y no iba a servir de nada. Desde que iba a iniciar sabía que iba a hacer las cosas bien, estaba fuerte, sabía que no podía desaprovechar la oportunidad y creo que lo hice bien, cumplí y fui ganando confianza. A partir de ese partido cambió todo completamente”.

El apoyo de su esposa y dos hijos fue vital para que Gutiérrez Galaviz no se desfondara en Países Bajos. Sus llamados al Tri no eran constantes y las oportunidades escaceaban. Dijo que transmitió la tristeza en su casa y ahora es momento de que gocen con el título y "que vean que su papá es un ganador".