El Torneo Clausura 2016 de la Liga MX arranca el 8 de enero y Atlas ve en él, la enésima oportunidad de desempolvar sus vitrinas para confiarles un título de Liga que se les ha negado por 64 años.
Especial: Atlas y Márquez, a 'Costas' de todo
Dsifruta el Especial de los Zorros del Club Atlas para el Torneo Clausura 2016 de la Liga MX con el apoyo de Gustavo Costas y Rafael Márquez
La era Matosas y sus promesas de revolución y prosperidad duraron menos que el paso de un cometa. Es por eso que la directiva rojinegra apuesta al éxito con la vuelta del histórico Rafael Márquez y un entrenador con laureles al por mayor: el argentino Gustavo Costas. El apodado Narigón forma parte de un capítulo triste en la historia reciente de los tapatíos.
Diecisiete de Febrero de 2015. Atlas volvía a una Libertadores tras siete años de exilio; con el Jalisco de testigo, se presentaba en este certamen ante Independiente de Santa Fe, conjunto colombiano.
Lo que se saboreaba como una fiesta, terminó en un doloroso episodio, pues los cafetaleros fueron pacientes y mataron a los Zorros con un único tanto al minuto 78. La venganza no llegó al pagar la visita en Colombia: con una necesidad de triunfar por cuatro goles de diferencia para seguir vivo en la Libertadores, los tapatíos cayeron con un contundente 3-1.
Curiosas vueltas da la vida y la pelota de futbol: el técnico del equipo que destrozó las ilusiones rojinegras en el torneo internacional de clubes más longevo del mundo, Gustavo Costas, es ahora el encargado de sanarlas y cumplirlas.
De cara al Clausura 2016, hubo una limpia en la plantilla del Atlas. Las piezas de los esquemas Matosas, e incluso Boy, fueron desterradas: Aldo Leao Ramírez, Juan Carlos Valenzuela, Eisner Loboa, Miguel Pinto, Christián Tabó y Miguel Pinto, entre otros, dejaron a la institución.
En su lugar, el hijo pródigo de los Zorros, Rafael Márquez, volvió a casa con la esperanza de colgar los botines con un campeonato. En la lista de refuerzos para Gustavo Costas, le acompañan futbolistas interesantes como el combativo Egidio Arévalo, el experimentado arquero Oscar Ustari, la promesa con crédito vigente Dieter Villalpando, y las incógnitas José Madueña, Julio Nava y Rodrigo Salinas.
Por lo visto ante Independiente de Santa Fe, y por sus cinco títulos de Liga ganados con Alianza Lima de Perú (2), Cerro Porteño de Paraguay, Barcelona de Ecuador y con el primero, Gustavo Costas es un tipo con el que el sobreesfuerzo en la cancha no es algo negociable.
Al entrenador argentino le agrada la máxima expresión de la combatividad: presión alta, asfixiante, a la salida rival, y la búsqueda de la constante superioridad numérica en cuanto a labores defensivas se trata.
Para el ataque rojinegro en esta nueva etapa, se vislumbra una amplitud de cancha, con los laterales siempre agregados al ataque para generar espacios interiores que le permitan a sus volantes y, sobre todo, al enganche tan gustado por Costas, tener la oportunidad de lastimar al rival con balones a su media punta y su nueve clavado.
Además, la variante del juego directo estará garantizada siempre y cuando Rafael Márquez pueda dejar atrás sus cada vez más constantes lesiones, para orquestar esta arma desde la defensa y, claro está, el centro del campo con su exquisita lectura de juego.
La ilusión rojinegra se sustenta esta vez en la efectividad de un entrenador que ha manifestado la capacidad de adaptarse a varias ligas, para después ganarlas. Esto potencializado con la experiencia, calidad y capacidad de contagio del futbolista mexicano más trascendental en Europa y, sin duda, uno de los mejores en la historia del balompié azteca.
Figura a seguir: Rafael Márquez. El ‘Kaiser’ de Michoacán será quien lleve la voz de mando en el once rojinegro. La defensa de un equipo es lo primero que se construye; el ex del Barcelona será el pilar de ella y de las transiciones ofensivas con sus venenosos lances, de 40 o más metros, con ventaja a los hombres de ataque.
Pronóstico: Animador. Quizá la idea de movilidad y juego compacto entre sus elementos de Gustavo Costas sea difícil de asimilar con rapidez. Este pinta para ser el torneo de ensayo y error para los Zorros por lo que podría haber algunos pasajes sombríos acompañados de otros luminosos.