Un cabezazo a los 57 minutos de Angelos Charisteas sembró el silencio y apagó el switch en el Estádio da Luz de Lisboa. Aquel ordenado y ultradefensivo equipo de Grecia dana una sorpresa más en la Eurocopa que se disputaba en Portugal en aquel año de 2004.
Portugal y Cristiano prenden la luz que Angelos Charisteas les apagó hace 12 años
Lusos y Ronaldo celebran la victoria más importante de su historia y de su carrera.
Pocos fueron capaces de derrumbar el muro que ordenó Otto Rehhagel, y Portugal no fue la excepción. Grecia hizo magia y dejó sentado en un mar de lágrimas a un pequeño Cristiano Ronaldo de apenas 19 años de edad.
Con el ’17’ en la espalda, el mundo empezaba a entonar el nombre de la estrella que se forjaba en el Manchester United sin saber que con el paso de los años, su figura se volvería en uno de los jugadores más grandes e importantes de la historia de este deporte.
Cristiano clamó venganza y el destino le regaló su oportunidad. Aquella templada noche en Portugal, una ciudad quedó amargada por el dolor de la derrota sin saber que tres ediciones después, su revancha llegaría frente al seleccionado local. Hoy, Portugal se metió a Paris y encendió la luz que le apagaron hace 12 años.
La historia la escriben los ganadores, y Portugal al fin logró meter su nombre entre las mejores selecciones de Europa gracias a su victoria esta tarde en el Stade de France ante la selección local. El triunfo que regaló Éder es sin duda, el mejor momento en la historia de la nación lusitana.
Y para Cristiano, rebasando los 30 años de edad, siempre había existido una dolorosa herida que no sanaba con ninguna victoria personal o grupal a nivel de clubes. Ni un Balón de Oro ni una Champions League con el Manchester United o Real Madrid lograban hacer olvidar aquella tarde del 4 de julio de 2004. El pendiente estaba con Portugal, en hacer llevar a su nación a un título y no quedar en el olvido de las mejores generaciones que su país ha tenido.
El destino le regaló una nueva oportunidad a Cristiano, y el mismo destino se encargó de quitársela. Portugal llegó a la final de la Euro, y Ronaldo no pudo estar presente más que 24 minutos en ella. Tocaba que el cuadro lusitano sacara la cara por su figura y demostrara que su selección es más que una persona y un número en la espalda.
Al final, todo está escrito. Portugal es campeón de Europa, y Ronaldo es monarca por partida doble del continente que lo vio nacer. Si a Lionel Messi se le cuestiona qué debe ganar para ser considerado el mejor jugador de la historia, ¿qué otro título debe tener en sus vitrinas Cristiano para cuestionarse si ya superó a Pelé, a Diego Armando Maradona, y a la propia ‘Pulga’ argentina?