Osaka, JAPÓN.- Ricardo La Volpe llevó sus dotes de técnico lleno de variantes y de gran corrector sobre la marcha hasta Japón, y guio, cual prestidigitador, al América a la semifinal del Mundial de Clubes.
Silvio Romero enseñó también su gran forma y anotó los dos goles de su equipo. Con elló, América logró un 2-1 irreprochable sobre el Jeonbuk coreano.
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Y es que las Águilas iniciaron el partido con una línea de cinco a la que le faltó profundidad y exactitud. Dejaron con ello grandes espacios en el medio campo y los asiáticos supieron muy bien como explotarlos.
América resolvió 'el problema coreano' 2-1 y jugará ante el Real Madrid
Con dos goles de Silvio Romero, las Águilas se impusieron al Jeonbuk Hyundai y clasificaron a las semifinales del Mundial de Clubes.

















































Con William como único contención, no tuvieron proyección ofensiva ni tampoco mucho control en el medio campo.
La mayor parte de los chances del conjunto coreano, en el primer lapso, fueron por balones que se perdieron desde esa zona del campo.
Pese a todo, América tuvo el esférico, pero desconfió de sus posibilidades.
Darwin Quintero, en la primera de todas, en lugar de disparar buscó a Oribe y el balón se perdió entre las piernas de los asiáticos.
Luego Pablo Aguilar, de frente y solo ante el arquero, voló su chance. Y Silvio Romero, en un tiro de media distancia estrelló el balón en el travesaño tras un desvió del arquero Hong. El grupo se notaba incómodo e intrascendente.
En medio del dominio de las Águilas, a los 23 minutos, vino Kim Bokyung y con un disparo sobrio frente a Moisés Muñoz anotó el único tanto en los primeros 45 minutos.
Fue entonces que se notaron más las carencias del conjunto mexicano. Sin poder ofensivo y con una media cancha esquiva, el Jeonbuk tuvo una par de chances de ampliar el marcador.
Pero para el inicio de la segunda mitad, Ricardo La Volpe enseñó la pegada que le ha hecho legendario en México. Corrigió sobre la marcha y mandó a la cancha dos cambios.
Ingresó a Guerrero por Osvaldo Martínez y a Michael Arroyo por Edson Álvarez. Cambió el parado del equipo, pasó de un 5-3-2 a un 4-4-2, y con ello el rostro del América.
Arroyo abrió la cancha y retuvo el balón por la banda izquierda, lo suficiente para que la ofensiva empezara a carburar.
Y fue desde ahí, desde el lugar de Arroyo que salió el gol del empate.
Con un lindo servicio del ecuatoriano, Romero ganó un balón por aire a los 58 minutos y lo puso en las redes.
Con su nueva confianza adquirida, América arrastró el esférico y buscó bajo sus cualidades futbolísticas, mientras los coreanos entonces quisieron matar al rival a velocidad.
Luego el duelo de estrategias, Kanghee Choi ingresó a Leonardo por la banda derecha y La Volpe debió tapar esa salida, y metió a Ventura Alvarado.
Y aquello siguió girando a favor de las Águilas.
Oribe tuvo un chance inmejorable que tapó el arquero Hong y enseguida, en un tiro de esquina a los 72’, el balón llegó de nuevo hasta Romero y éste disparó. Un ligero desvío de Shinwook y América anotó así el segundo.
Luego, el conjunto mexicano debió recurrir a la concentración y a su mejor forma defensiva, sin renunciar al ataque.
Copó la velocidad del rival y neutralizó su estatura en los balones parados.
Un titubeo de Moisés Muñoz, que por poco deja a un rival con el balón frente a su arco, fue lo más peligroso de los asiáticos en los minutos finales del encuentro.
La Volpe, sobre todo él, y sus muchachos resolvieron un problema en coreano con personalidad y estilo. Ahora enfrentarán en las semifinales del Mundial de Clubes al Real Madrid.