Joseph Blatter, quien presidiera la FIFA entre 1998 y 2015 (cuando fue suspendido por seis años por la propia FIFA por violar su código de ética en conexión a un pago de dos millones de dólares), ha declarado que el controversial Mundial de Qatar en 2022 es culpa del expresidente de Francia, Nicolás Sarkozy.
Blatter contraataca: “La culpa del Mundial de Qatar la tiene Nicolás Sarkozy”
El jerarca caído en desgracia insiste que Estados Unidos lo está persiguiendo por no haberle dado el Mundial 2022.
Entre varios temas, la cita mundialista de 2022 levanta polémica por la nula tradición futbolística de Qatar (que jamás ha clasificado a una Copa del Mundo por méritos deportivos), las altas temperaturas de su clima desértico, la pequeñez geográfica del país y las evidencias de violaciones a los derechos humanos de los trabajadores de construcción en los estadios.
Según Blatter en entrevista para el semanario Newsweek, el gobierno de Nicolás Sarkozy, durante el cual un fondo de inversiones de Qatar adquirió al París Saint-Germain, presionó al entonces presidente de la Uefa, Michel Platini (quien también está suspendido por el mismo pago que Blatter) para darle la organización al país de Medio Oriente.
“Es obvio que si no hubiera habido presión del presidente de Francia, el resultado hubiera sido distinto y hubiéramos tenido la situación que yo esperaba: que los dos máximos poderes organizasen la Copa del Mundo, la del 2018 en Rusia y la del 2022 en Estados Unidos” enfatizó Sepp.
Añadió que “hubiéramos estado muy felices no solamente por lo comercial y por lo televisivo, sino también por un apretón de manos para la paz, en lo cual trabajábamos en ese entonces. Hubiera sido una gran combinación”. El voto favorable a Rusia y Qatar se dio en el Congreso de la FIFA en 2010.
Desde que estalló el escándalo de corrupción de la FIFA, por el cual varios dirigentes han sido condenados penalmente por el Departamento de Justicia estadounidense, el suizo sostiene que Estados Unidos lo está persiguiendo por no haberle dado el mundial del 2022.
Además de haber sido separado de su cargo en la FIFA, Blatter es sujeto de una investigación del gobierno suizo por desvío de fondos, aunque actualmente no está acusado de nada en concreto, por lo que permanece en libertad.