Gareth Bale, un crack polémico y decisivo que fue dolor de cabeza para Florentino

Gareth Bale anunció este lunes su retiro del futbol tras una exitosa carrera, la cual estuvo marcada por sus títulos y goles decisivos pero también por sus lesiones y polémicas fuera de los terrenos de juego, en especial con el Real Madrid, club donde vivió sus mejores momentos como profesional.

Luego de destacar con el Southampton en la Championship (segunda división inglesa) y el Tottenham en la Premier League, Florentino Pérez apostó por el galés y lo fichó el 1 de septiembre de 2013, último día de mercado, por más de 100 millones de euros.

En su paso por el Madrid, Bale tuvo capítulos geniales. El primero fue en la Final de la Copa del Rey 2013-14 en Mestalla ante el Barcelona, cuando anotó a cinco minutos del final el gol del triunfo en una potente carrera que dejó botado en el piso a Marc Bartra.

Apenas unas semanas después Bale volvió a demostrar su categoría y valor en la Final de la Champions ante el Atlético, anotando el 2-1 tras una gran jugada de Ángel Di María. Fue un choque dramático que el club merengue igualó en los segundo finales con un cabezazo de Sergio Ramos y que terminaría ganado por 4-1 para conseguir su décima 'Orejona'.

Luego, en la campaña 2014-15, Bale volvió a marcar en una Final, esta vez la del Mundial de Clubes ante San Lorenzo, en el que sería el único título del Real Madrid esa temporada y al siguiente año, aunque por lesiones se perdió hasta 15 partidos, fue clave en la Champions anotando en las Semifinales ante el Manchester City y marcó su penal de la tanda en el choque por el título ante el Atlético.

Tras varios meses repletos de problemas físicos que le costaron perderse muchos partidos y su lugar en la titular del Madrid, razón por la que apenas y jugó unos minutos en la final de Champions en Cardiff, su casa, ante la Juventus, Bale volvió a regalar otra actuación decisiva, la última y quizás la mejor de todas con el conjunto español, anotando dos goles, incluyendo una genial chilena contra el Liverpool, a pesar de haber iniciado como suplente en Kiev.

Pero ya antes de esa Final, la relación entre Bale y el Rea Madrid no era la mejor. Sumado a sus problemas físicos y al hecho de que nunca aprendió a hablar español en la campaña 2018-19, el galés casi se va futbol de China con el Jiangsu Suning, aunque su venta se frenó por las limitaciones económicas a los fichajes que imponía la legislación china.

Así las cosas, Zidane tuvo que quedarse con un jugador con el que no contaba y Bale seguir en un club en el que ya no quería estar, algo que quedó bien reflejado el mes de noviembre tras lograr la clasificación de su selección para la Euro de 2020, en la cual el jugador de Cardiff expuso la famosa pancarta con el lema 'Golf, Wales, Madrid, en ese orden', lo cual dañó por completo la relación del madridismo y el galés.

Bale se fue al Tottenham a préstamo y, aunque no tuvo un al paso, el club inglés no quiso prolongar el préstamo y el jugador regresó al Madrid, con el que aún quedaba un año más de contrato.

Finalmente, aunque con la llegada de Carlo Ancelotti Bale tuvo algunas opciones, sus constantes lesiones, su preferencia por su selección y la frialdad de sus acciones, hicieron que se convirtiera en un dolor de cabeza que terminó con su llegada a LAFC de la MLS, donde, aunque jugó poco, pasó a la historia con un gol en los segundos finales de MLS Cup que luego se levaría el club angelino en los en los penales.