BARCELONA, España - Traspasado Pedro Rodríguez al Chelsea y lesionado de gravedad Rafinha Alcántara, al Barça sólo le quedan jugadores como Munir el Haddadi y Sandro Ramírez para echar una mano al 'tridente' que forman Leo Messi, Luis Suárez y Neymar, aunque Andrés Iniesta también ha jugado como extremo en la banda izquierda.
El contratiempo que ha sufrido Rafinha con una lesión de rodilla que le apartará hasta casi el final de la temporada, compromete las opciones de que dispondrá Luis Enrique para dar descanso a sus tres delanteros titulares, justo en un momento en el que acaba de arrancar la temporada y el Barça va justo de efectivos en ataque.
Algo similar le sucedió la temporada pasada, en la que Luis Enrique, tras las tensiones vividas en Anoeta con la derrota del Barça (frente a la Real Sociedad) y la suplencia de Messi, prefirió no tocar a los tres de arriba para evitar conflictos con los cambios o suplencias, aunque contaba con un banquillo para dar soluciones en caso cansancio o lesiones, que no se produjeron.
Ahora, y sin poder acceder al mercado de urgencia en el caso de una larga lesión, y sin poder contar con Arda Turan, Luis Enrique y el Barcelona se encomiendan a que el 'tridente' atacante no se resfríe ni, muchos menos, alguno de sus integrantes se lesione.
Así, el Barcelona deberá afrontar hasta enero una travesía por Liga, Liga de Campeones y Mundial de clubes con lo puesto, y con un banquillo algo limitado, a la espera de que el potencial goleador de su 'tridente' explote como aún no ha hecho desde que arrancó el curso.
De hecho, el máximo exponente de este trío, el argentino Lionel Messi, alcanzó anoche en Roma la cifra de cien partidos jugados en la Liga de Campeones, pero no pudo celebrarlo ni con goles ni con un triunfo, ya que el Barcelona sacó un pobre empate del Olímpico romano, a pesar de haber tenido claras ocasiones para deshacer el 1-1.
No pudo marcar, pero Messi tuvo en sus botas claras opciones de anotar, como el tiro al larguero que firmó en la segunda parte cuando intentó una vaselina ante el meta del Roma. De esta forma, en su habitual pelea con Cristiano Ronaldo por ser el máximo goleador histórico del torneo, el argentino se queda algo rezagado por el 'triplete' que anotó el martes el delantero portugués del Real Madrid.
Así, con 81 goles en 120 partidos, el madridista abre una pequeña brecha en la clasificación histórica de máximos goleadores del torne continental del clubes, seguido de Messi con 77, ambos por encima del exmadridista Raúl González, quien, con 71, comandó la clasificación durante años, hasta que Messi en noviembre de 2014, y días después de superar el récord en la Liga de Telmo Zarra, le superó con tres tantos al Apoel de Nicosia, que le colocaron con 74.
Precisamente la sequía goleadora del Barcelona en este campeonato está dejando los guarismos del equipo catalán irreconocibles, pues en la Liga sólo en un partido, contra el Atlético de Madrid (1-2), ha sido capaz de marcar más de un tanto.
En el resto, un gol de Luis Suárez en el arranque de Liga en San Mamés (0-1) y otro de Vermaelen contra el Málaga en el Camp Nou (1-0) fueron suficientes para decantar el triunfo para los azulgranas.
Antes de arrancar el curso, Messi también vio puerta con más asiduidad, como en el 5-4 de la Supercopa de Europa contra el Sevilla (dos tantos) y en el gol que anotó en la vuelta de la Supercopa de España en el Camp Nou (1-1), tras el 4-0 encajado por los de Luis Enrique días antes den Bilbao.
La temporada pasada, el astro argentino volvió a finalizar un curso siendo el máximo goleador de su equipo, con 58 tantos, de los cuales 43 fueron en la Liga, 10 en la Liga de Campeones y 5 en la Copa, casi veinte más que Neymar (39) y por delante también del ariete del equipo Luis Suárez (25), que debió cumplir cuatro meses de sanción de la FIFA por morder a un rival en el mundial de Brasil.
Este año, el tridente atacante azulgrana mantiene su hegemonía goleadora, pues en los cuatro partidos jugados (tres de Liga y uno de la Champions) ha marcado todos los goles del Barça, excepto el tanto que anotó el belga Thomas Vermaelen.
No obstante, a pesar de esta notoriedad, los números del Barcelona están muy por debajo de otras temporadas a estas alturas de campeonato. Sin ir más lejos, sólo en los tres cursos anteriores, las goleadas contra sus rivales en la primera jornada (Levante, 7-0; Real Sociedad, 5-1; y Villarreal, 5-0) superan con creces los números de la presente.
En el barcelonismo nadie duda de que las cifras de esta temporada de Messi volverán a competir con las que ha ofrecido en los últimos años. Por ello, ninguna alarma ha sonado por el momento, debido a que a pesar de sus pocos goles, el Barcelona está bien asentado en las competiciones, especialmente en la Liga, en la que con cuatro tantos y tres victorias ya se ha encaramado al liderato en solitario.
A Messi seguro que le ayudará mucho que uno de sus principales socios por la banda, Dani Alves, regrese a la titularidad, una vez que haya superado la lesión que le mantiene inactivo.
Por dicho carril, por donde suele transitar el argentino, desde hace años ha conseguido una sintonía extraordinaria con el brasileño, en cuya ausencia se encuentra ocupando la demarcación Sergi Roberto, que ha realizado papeles más que destacados como lateral, pero ofensivamente se ha mostrado poco productivo, hasta el punto de que su principal labor cuando cruza el campo ha consistido en tocar en corto a Messi y no complicarse la vida.
Al margen de los guarismos del argentino, pase lo que pase de aquí a final de la temporada, no parece que el quinto Balón de Oro peligre para un Messi que tiene todos los números para llevárselo, y más después del triplete alcanzado por el Barcelona la pasada temporada, que no pudo redondear con la Copa América, que Argentina perdió contra Chile en los penaltis (4-1).