Por Dan Martin| AFP
La fiebre compradora del fútbol chino, ¿próxima a su final?
En el país asiático analizan poner fin, o al menos controlar, el enorme gasto que se está haciendo en la compra de futbolistas en la liga de China.
Carlos Tevez con un sueldo de 38 de millones de euros y un pago de 60 millones al Chelsea por Oscar: el fútbol chino continúa con su locura compradora, pero el país estudia qué limitaciones poner para el futuro.
El anuncio fue realizado el jueves por la administración general del deporte chino: la institución quiere frenar las "inversiones irracionales" de los equipos y "limitarlas de manera razonable".
La noticia fue bien recibida por los hinchas chinos, que desaprueban en su mayor parte las grandes cantidades de dinero que se gastan, pese a que hayan servido para atraer al país a grandes estrellas.
"La competencia irracional en el mercado del fútbol tiene un efecto perverso: salarios cada vez más elevados para los futbolistas extranjeros (...) y un entorno del fútbol que se deteriora", comenta un utilizador de la plataforma de microblog Weibo, representativo de la tendencia general.
"La economía de mercado no quiere decir que puedes hacer lo que quieras. La intervención del gobierno es indispensable", apunta.
Pero los expertos dudan sobre los efectos. "Es difícil predecir qué va a pasar. China es un enorme barco. Una vez que algo tan importante (las inversiones en el fútbol) arranca es difícil detenerlo", subraya Mark Dreyer, periodista de China Sports Insider.
La administración china no precisó los "límites" que estudiaba fijar para traspasos y salarios, pero para los analistas el gobierno debe actuar y pinchar una "burbuja" que no deja de crecer.
"Cuando ves las cantidades está claro que no son sensatas. No es sostenible desde el punto de vista comercial y eso no ayuda al fútbol chino", afirma Mark Dreyer.
- Todo es posible -
Según el agente de Cristiano Ronaldo, el todopoderoso Jorge Mendes, el jugador portugués rechazó incluso una oferta de traspaso de 300 millones de euros venida de China, con un salario de 100 millones para el astro del Real Madrid.
Para evitar una cascada de bancarrotas si la burbuja explota, los equipos insolventes podrían ser vetados para el campeonato por las autoridades.
Los clubes que gasten demasiado podrían ser sancionados con una tasa que se dirigiría a programas de formación de jóvenes. Ese es precisamente otra parte del problema: fichando extranjeros, los jugadores chinos tienen, según la opinión general, menos opciones de jugar y de progresar.
En las redes sociales, muchos aficionados creen que los millones gastados en los fichajes y los salarios estarían mejor invertidos en formar a los jugadores chinos.
Todavía queda lejos el deseo del presidente chino Xi Jinping: que China puede ganar algún día el Mundial de fútbol. Esa voluntad estatal de hacer progresar el fútbol marcó el pistoletazo de salida de la fiebre compradora de los clubes, deseosos de atraerse los favores del poder.
La selección de China ocupa apenas el 82º puesto en la clasificación mundial de la FIFA, muy lejos de la élite y entre Cabo Verde e Islas Feroe, dos actores de tercera fila del panorama internacional.
Cameron Wilson, fundador de Wild East Football, una web dedicada al fútbol chino, destaca sin embargo que las llegadas de jugadores extranjeros han aportado una visibilidad inédita a este deporte.
"Eso no se hubiera nunca producido sin los grandes fichajes", constata.
"No creo que los gastos se reduzcan radicalmente con las nuevas reglas, pero nunca puedes excluir nada en China", avisa.