VIGO, España.- Celta de Vigo y Sevilla empataron a un gol en Balaídos, un resultado que no satisface a ninguno de los dos, ya que los celestes se quedan prácticamente sin opciones de luchar por la séptima plaza y los sevillistas se alejan de la Liga de Campeones.
El empate del Valencia anoche en el Santiago Bernabéu concedía al equipo andaluz una inmejorable oportunidad para engancharse a la lucha por la cuarta plaza, pero el Sevilla no lo aprovechó.
Unai Emery, que no estuvo presente en Balaídos por el fallecimiento en las últimas horas de su padre, reservó a su artillería para el duelo europeo en Florencia. Dejó en el banquillo a Carriço, Bacca, Banega, Vitolo y Aleix Vidal. Y su equipo lo acusó.
La "versión B" del Sevilla, con los ex célticos Denis Suárez e Iago Aspas en el equipo titular, mostró la misma solidez defensiva en el primer tiempo pero se apagó en el segundo, cuando apenas creó peligro y sufrió para frenar las contras de los vigueses.
El tempranero gol del francés Kevin Gameiro, tras una buena pared con Aspas, allanó el camino al Sevilla pese a que su rival lo dominó. El Celta tuvo la pelota; su rival las mejores ocasiones.
Y eso que un error del debutante David Costas a punto estuvo de matar al equipo del argentino 'Toto' Berizzo antes de que se cumpliese el cuarto de hora de juego. Sergio Álvarez enmendó el fallo de su compañero ante el omnipresente Gameiro.
El Celta tenía el balón pero carecía de profundidad. La ausencia de Nolito se notó en exceso. Aun así dispuso de dos oportunidades para empatar. Charles y Tucu Hernández cabecearon demasiado desviado.
También el Sevilla rozó el gol antes del descanso en otras dos oportunidades. En la primera, Gameiro no remató el centro de Aspas por muy poco; en la segunda el cabezazo de Arribas se estrelló en el poste.
El Celta perdió algo de intensidad en el inicio del segundo tiempo, pero cuando peor estaba se encontró con un riguroso penalti a favor, por golpeo de Arribas al brasileño Charles, que lo metió de lleno en el partido, después de que Santi Mina engañase a Sergio Rico.
No le valía el empate al Sevilla y Juan Carlos Carcedo, segundo de Emery, movió ficha rápidamente. Entraron Bacca y Aleix Vidal. Y el colombiano cerca estuvo de marcar en su primer disparo a puerta. Lo evitó Sergio con otra buena estirada.
El Celta, no obstante, era el que más arriesgaba en busca del gol, consciente de que su ilusión de jugar en Europa pasaba por ganar. Tuvo cerca la recompensa, pero Sergio Rico se lució ante el potente disparo cruzado de Orellana, quien volvió a tener el gol en el último suspiro tras un rápido contraataque.