El Clásico español entre Barcelona y Real Madrid que se realizará en un par de días es quizás es el partido más esperado de la temporada y no, no de manera metafórica, sino literal.
El Clásico del referendo de Cataluña de 2017… en 2019
Una tensa situación política y legal que data de 2017 enmarca el Barcelona vs. Real Madrid.
El partido que debió celebrarse el pasado 26 de octubre fue pospuesto a causa de una serie de protestas en Barcelona por la sentencia de nueve líderes independentistas catalanes que llamaron a un referendo hace dos años, el 1 de octubre de 2017.
Aquel suceso marcó uno de los puntos más complicados de la de por sí ya tensa relación entre Cataluña y Madrid que se ha prolongado por prácticamente un siglo.
El referendo, convocado por el entonces recién investido gobierno catalán encabezado por Carles Puigdemont, y que fue considerado ilegal por el gobierno español, tuvo un 43 por ciento de participación con 90 por ciento de sufragios a favor de la independencia catalana.
El 27 de octubre, el Parlamento catalán aprobó la declaración de independencia, pese a que no existían acuerdos con Madrid y en ausencia de los representantes de los partidos no independentistas.
El gobierno español, entonces presidido por Mariano Rajoy, evocó al artículo 155 de la Constitución de España para suspender la autonomía de Cataluña de manera temporal, cesó al gobierno catalán y convocó a elecciones anticipadas para el 20 de diciembre siguiente.
El artículo 155 de la Constitución, promulgada en 1978, precisa que el gobierno español puede adoptar funciones temporales del gobierno de una comunidad autónoma si no cumpliere con las disposiciones de la propia Carta Magna. La medida que se tomó aquel día no tenía precedentes en España.
Puigdemont se fue a Bruselas, Bélgica, mientras su vicepresidente Oriol Junqueras y otros miembros del gobierno catalán destituido fueron detenidos. En el caso del exvicepresidente, se le atribuyeron cargos por rebelión, malversación y sedición en torno al referendo.
En octubre de este año, Junqueras y otros ocho líderes independentistas recibieron sentencias de nueve a 13 años de prisión por lo ocurrido en octubre de 2017, que fue precisamente lo que provocó las manifestaciones por las que el Clásico español fue pospuesto este año.
Es decir, un referendo que se realizó hace 797 días tuvo en vilo la realización del Clásico español de esta temporada.
Pero que el partido se realice casi dos meses después no es garantía de que no haya protestas. Grupos independentistas han convocado a bloquear el trayecto del autobús del Real Madrid al Camp Nou el día del partido y a invadir la cancha.
Por eso se prevé la participación de mil miembros de la Policía de la Generalitat -conocidos también como mossos d’escuadra- entre los 3 mil efectivos que tratarán de cuidar el orden, brindar seguridad a protagonistas y asistentes y que el desarrollo del juego no se vea interrumpido.
Si la rivalidad deportiva no fuera suficiente, el Clásico español es un símbolo de la pugna centenaria entre Cataluña y el centro del país, pese a que entre los dos equipos hay jugadores que han mostrado públicamente su amistad y que defienden la playera de la selección española.