MÁLAGA, España.-.- El Málaga, sin gol, sigue sin ganar en una arranque de temporada que está siendo más propicio para el Eibar, anclado en la parte alta de la clasificación tras mantener su condición de invicto en La Rosaleda.
El conjunto malagueño fue el que llevó la iniciativa desde el principio, asumiendo el favoritismo por ser el local y jugando con rapidez por las bandas, tanto por la derecha como por la izquierda, donde el marfileño Arthur Boka subía con peligro, intentando sorprender con centros y disparos al guardameta Riesgo.
El Eibar, mientras, achicó espacios, excesivamente metido en su área, pero sin asustarse e intentando salir al contragolpe, aunque sin resultado. En 15 minutos, no se había acercado a la portería defendida por el camerunés Carlos Kameni.
El equipo eibarrés se fue haciendo con el mando del encuentro y Saúl Berjón, avisó con un centro tras un túnel a Rosales, que Keko, no supo definir.
El Málaga, al contrario, se fue diluyendo poco a poco, sin profundidad y mucho toque, quizás por la presión del Eibar en el centro del campo, que llegó con peligro al área malaguista con una chilena de Adrián González, que rozó el gol.
El equipo malaguista recurrió al golpeo en largo para que corriera Amrabat, y en una acción del holandés de origen marroquí por la derecha, su centro llegó a Charles en el punto de penalti y el lanzamiento se topó con el cuerpo de Riesgo, que evitó el gol, llegando al descanso.
El Málaga comenzó de nuevo apretando con Amrabat como estilete por la derecha. En el minuto 52, otro centro del internacional marroquí casi lo introduce dentro de la portería un defensa en su intento de despejar cuando Charles, esperaba empujar el balón.
No cambió el decorado en el Málaga y el Eibar, en la única ocasión que tuvo en el segundo tiempo, se pudo llevar los tres puntos, con un remate de Borja, dentro del área pequeña, que lanzó fuera, aunque pidió penalti por agarrón de Albentosa, que el colegiado Undiano Mallenco no señaló.
En el siguiente ataque Cop, también tuvo la opción de marcar pero la mandó fuera.