La que tenía que ser la primera gran noche de Ousmane Dembélé como barcelonista acabó con una nueva exhibición de Leo Messi, quien vino desde el banquillo con 30 minutos por delante para dinamitar el partido y finiquitar el 3-1 frente al Leganés.
Messi dinamitó al Barcelona para sostenerse en lo alto de La Liga
El astro argentino saltó desde el banquillo y rompió la paridad que el Leganés había conseguido ante un Barcelona que hoy buscó depender de Dembelé.
Messi vio los primeros 66 minutos del partido desde el banquillo. En la grada, la mirada impaciente de un espectador, que con una gran foto del astro argentino y la frase: "Viajé 5.000 millas para ver esta leyenda", no podía creer su mala suerte.
En el primer tiempo, Dembélé puso el talento y Luis Suárez los remates a puerta. El francés, además, fue el que abrió el marcador, en una acción que inició él mismo, combinó con Jordi Alba y que culminó con un remate a la red tras colocar el balón junto al poste izquierdo de la meta del Leganés en el minuto 32.
El octavo gol de Dembélé en LaLiga desequilibró el partido, pero sobre todo sirvió para que el francés volviera a creer en sí mismo. El recital del francés tuvo continuidad en el segundo tiempo, pero el equipo ya no le acompañó tanto, el Leganés salió de la cueva y en la primera ocasión que tuvo empató el partido.
Fue en el minuto 57, en una acción de En Nesyri que encontró el remate de Braithwaite dentro del área pequeña. El empate cambió el panorama y la idea de Valverde, tanto que siete minutos más tarde decidió poner en juego a Messi y Rakitic por Aleñá y Arthur, respectivamente.
Pero aún se le complicó todo más con la lesión de su mejor hombre hasta entonces, Dembélé, que se retiró lesionado después de una acción fortuita en el 66, seguramente con una afectación de tobillo y de rodilla.
Cinco minutos más tarde, en la primera aparición de Messi, el Barcelona volvió a marcar. Disparó, rechazó Cuéllar y el balón lo cazó Luis Suárez para adelantarse al meta y marcar el 2-1 en el minuto 71, una acción que tuvo que ser revisada por el VAR.
Y a partir de entonces, el partido enloqueció. El Barça buscaba el tercero, pero sufría ante el empuje del Leganés, que buscó contras y jugadas desde el lateral para sorprender a la defensa local, como en una acción sobre Santos en el 85 que estuvo a punto de sorprender a Ter Stegen.
Al final decidió Messi que cerró el partido con un gran gol después de una combinación con Jordi Alba en el minuto 92. Leo marcó su decimoctavo gol en LaLiga y demostró que necesita muy poco para ser el mejor.