El exjugador del Real Madrid, Roberto Carlos, reveló secretos de las concentraciones galácticas en una entrevista con Vitor Baia para el canal 11 de Portugal.
Roberto Carlos revela secretos del vestidor en el Real Madrid
El brasileño contó sobre los vuelos privados tras cada juego.
"Yo hoy pienso: ¿cómo es posible que hiciéramos tantas tonterías? Acababa cada partido y era todo avión privado. Nos encontrábamos en la terminal privada de Barajas. Era Beckham que iba no sé a dónde, Figo, Zidane que iba a tal lugar, Ronaldo, yo... y teníamos que entrenar pasado mañana. Yo rezaba para que los partidos fuesen los sábados para poder ir a la Fórmula Uno los domingos. Eran vuelos privados para todos lados. Una locura".
El astro brasileño contó que el ambiente en el vestidor era muy bueno, pero esa relación llevó a tener problemas con varios técnicos, como Vicente del Bosque.
"Era más un amigo. No necesitas reglas. El jugador sabe lo que tiene que hacer. Nos entendía perfectamente. Los entrenamientos de lunes y a veces los martes eran a las cinco de la tarde, no lo ponía a las 11 de la mañana porque casi nadie llegaba".
Y agregó que Con Luxemburgo y Antonio Camacho hubo diferencias porque quisieron cambiar las costumbres.
"En la época de los galácticos éramos siete... era un peligro en el vestuario. Siempre lo controlamos bien, teníamos buena relación, menos con Camacho que aguantó diez días. Llegó al vestuario, saludó a todo el mundo, muy serio y con historia en el Real Madrid. Yo solo observaba a ver qué iba a decir: quiero a todo el mundo mañana a las siete de la mañana. Normalmente entrenábamos a las 10.30. Hablamos con él para intentar cambiar el horario, nosotros teníamos nuestras costumbres", dijo, a la par de señalar que Luxemburgo se fue porque les quitó el vino a la cerveza que tomaban en la concentración.