Periodistas e hinchas ingleses comienzan a exasperarse con las relevaciones del ‘FootballLeaks’, no sólo acerca de la probable evasión fiscal de José Mourinho y CR7, sino también alrededor del traspaso del francés Paul Pogba de la Juventus al United. Finalmente, esos más de 100 millones de dólares se pagaron con precios más altos en los tickets para acceder a Old Trafford.
La oscura historia detrás del #Pogfraud del Manchester United
Enfurecidos, los fanáticos de los Red Devils quedaron en shock tras conocer las ‘mordidas’ dadas en el fichaje de más de 100 millones de dólares.
Fue el periódico francés L’Equipe el primero en señalar la guerra por Paul Pogba. Guerra librada no entre clubes, sino entre dos agentes: Oualid Tanazefti, el anterior representante, y Mino Raiola, el representante actual. En 2014, el entonces mediocampista de la Vecchia Signora cometió una equivocación que causó pérdidas millonarias. Le vendió el control absoluto de sus derechos de imagen a Tanazefti por aproximadamente dos millones de dólares. Precio de cacahuetes.
¿Pérdidas millonarias, pero para quién? Para Raiola: sin sus derechos de imagen, Pogba no podía ser vendido ni al Barcelona ni al Madrid porque el Barcelona y el Madrid exigen adquirir completamente los derechos de imagen de sus fichados. Así, el agente ítalo-holandés no podía negociar con los gigantes de España, quienes siempre rompen los récords de los mercados de traspasos.
Raiola desplegó ejércitos de abogados para recuperar la imagen de Pogba del poder de Tanazefti. Sólo el pago de alrededor de diez millones de dólares destrabó el embrollo legal. El larguirucho mediocampista no comprendía las consecuencias de sus malas decisiones de negocios hasta que Raiola se las explicó con peras y manzanas. Pogba encolerizó con Tanazefti y rompió todas las relaciones con él. Sin embargo, el daño estaba hecho y en 2015 no pudo fichar ni por el Barcelona ni por el Madrid ni por el City ni por el PSG.
Los enjuagues de Tanazefti incluyeron la creación de empresas fantasmas localizadas en Luxemburgo y amparadas en diversas leyes de Marruecos (él es ciudadano marroquí). Esto con el fin de exprimirle todo el jugo a Pogba sin tener que pagar impuestos: así logró embolsarse 40 millones de euros de parte de Adidas, pues Pogba solía calzar botas Nike por puro gusto y sin acordarlo comercialmente como hace el resto de las grandes estrellas.
¿Cuántos de esos 40 millones fueron para Pogba y cuántos para Raiola? Las filtraciones de ‘FootballLeaks’ publicadas en Der Spiegel y otros medios señalan a otras empresas fachadas de diversos paraísos fiscales cuyos inversionistas permanecen en el anonimato. Mientras Pogba utiliza su calzado en los partidos del United y de la selección francesa sin saber exactamente cuánto dinero le corresponde cobrar, todos aquéllos que pagan por entrar a verlo jugar y por adquirir camisetas con su nombre saben exactamente el precio que hay que pagar.
¿Seguirá el #Pogfraud en la penumbra?