Su verdadero nombre hubiera sido Johan Rodríguez (como James Rodríguez), y no Johan Vonlanthen, si él hubiera conocido de chico a su padre biológico. En lugar de eso, vivió con su madre soltera en Santa Marta hasta que ella contrajo matrimonio con un turista suizo, quien le brindó su apellido a él y a sus hermanos llevándoselos a vivir al pequeño país centroeuropeo atravesado por los Alpes.
Las confesiones de Volanthen: el suizo de Colombia que dejó el fútbol por su fe
Iba a convertirse en el crack de Suiza, pero en 2011 volvió a su tierra natal en busca de su verdadero padre; y de algo más.
“En Colombia mis amigos me decían ‘Higuita’, porque jugaba de portero y me gustaba salir gambeteando, como el de la selección”, dijo Vonlanthen al diario suizo Blick , “llegué a Suiza en 1998 y no hablaba el suizo-alemán, pero me encantaba el snowboard y cuando jugaba fútbol en la calle con otros chicos me di a conocer y me aconsejaron ir a probarme”.
A partir de ahí, todo fue romper récords: el más joven en marcar en la historia de la primera división de Suiza, el más joven de la Euro 2004 en Portugal, el más joven en marcar en la historia de ese torneo de selecciones al meterle un gol a Francia con 18 años y cuatro meses de edad, batiendo la marca de Wayne Rooney establecida sólo días antes. Ya jugaba Champions League con el PSV Eindhoven y todo andaba sobre ruedas.
Entonces, en 2012, se retiró del fútbol con apenas 26 años. Para entonces ya había regresado a su tierra natal jugando con el Itagüí (club que hoy se llama Águilas Doradas). Aunque los motivos de su temprano retiro no están completamente claros, él reveló que volvió a Colombia para hacer las paces con su pasado y con su niñez:
“Quería hablar con mi padre. Por eso cambié Zúrich por Colombia en 2011 para arreglar las cosas en mi vida. Quería construir una relación con él, estaba buscando una figura paterna. Así como siempre ayudé a mis cercanos, ahora yo necesitaba que alguien me ayudara a mí”.
-También fuiste a Colombia por tu fe.
“Para mí, Dios siempre ha sido un tema en mi vida, quería buscarlo y encontrarlo”.
En la entrevista con Blick, Vonlanthen desmintió rumores de la prensa suiza acerca de ser miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día: “No, yo conocía a alguien que sí era miembro y concedí una entrevista para una revista de los Adventistas; a partir de ahí el rumor estalló”. En realidad, confesó que él no acude a la iglesia: “Creo por mí mismo. Hallé las respuestas por mi propio camino en dos años en Colombia: mi esposa, colombiana, también es creyente y nos apoyamos el uno al otro”.
Para los aficionados helvéticos, la historia de Vonlanthen rayó en lo inverosímil cuando tomó la decisión de no jugar partidos los sábados como parte de su personal dogma de fe. Tras un año en el retiro, sin embargo, Vonlanthen volvió a jugar profesionalmente y ahora milita en el FC Wil de Sankt Gallen de la segunda división suiza. “Desde que regresé, juego los sábados”.
Ya con 30 años, del Vonlanthen promesa del balompié alpino sólo quedan las marcas que impuso con sus goles más de una década atrás. Su ejemplo, no obstante, da testimonio de la necesidad de cualquier humano de hacer familia y de estar bien con el padre de abajo; y con el de arriba.