Regresó la Liga MX al Estadio Hidalgo y la falta de ritmo del local, Pachuca, como del visitante, Rayados, fue evidente en los primeros 45 minutos. Pases errados, malas decisiones y definiciones en el área.
Con la suerte de su lado, Rayados le pegó a domicilio a los Tuzos
Monterrey sumó sus primeros tres puntos en el Apertura 2018 en parte gracias a un error vergonzoso del arquero tuzo, quien se comió un disparo de Avilés Hurtado.
A pesar del ritmo del partido un tanto accidentado, ambas escuadras tuvieron jugadas que se quedaron a un paso de terminar en la red. Los Tuzos asustaron primero tras un centro de Sebastián Palacios que buscó a su compañero Franco Jara en el poste más lejando de Barovero.
La respuesta no tardó en llegar de parte de Rayados. Y es que cada vez que su jugador más talentoso sobre el campo, Rodolfo Pizarro, tomaba el balón, Monterrey era otro equipo al frente. El exfutbolista de las Chivas tomó el esférico, lo condujo y se combinó con sus compañeros para llegar hasta el arco rival y entrar de cara al arco.
La gran jugada, lamentablemente, quedó en un incómodo remate que salió desviado.
El encuentro entró en un bache de imprecisiones y a menos de 10 minutos del descanso, Erick Aguirre de Pachuca intentó una chilena a los CR7 tras un centro al corazón del área Rayada. La intención fue buena pero el remate salió demasiado desviado.
Sebastián Palacios buscó su gol antes del final y probó a Barovero de media distancia. El arquero de Monterrey recostó bien el balón y no pasó a mayores. Con esta última acción, el árbitro central decidió mandar a ambos equipos a las regaderas.
La segunda mitad presentó una jugada polémica. José María Basanta impidió que Guzmán rematara de cabeza un centro al área. A primera instancia, el central de Rayados pareció haber cometido la pena máxima pero tras la repetición quedó claro que fue un empujón común y corriente.
Pachuca se fue al frente, le quitó el balón a Rayados y metió presión. El gol casi llega tras un cobro de esquina y una desafortunada jugada en el área de Monterrey. Erick Gutiérrez no pudo rematar un balón suelto, se armó la carambola, pero nadie pudo empujar el esférico dentro de la red.
El fútbol es injusto, y los Tuzos lo comprobaron tras la pifia de su arquero Alfonso Blanco, quien intentó quedarse con el balón tras un disparo de Avilés Hurtado que llevaba potencia pero nada de peligro. Rayados ganaba por la mínima ventaja a pesar de no mostrar el mejor juego colectivo.
Los cambios de Pachuca obligaron a Rayados a retroceder líneas. Los locales intentaron empatar a toda costa pero la suerte no estuvo de su lado. El joven tuzo de 19 años, Francisco Figueroa, casi logra la hazaña a minutos del silbatazo final, luego de animarse con un gran disparo que Barovero sacó a una mano.
Pachuca fue más durante los 90 minutos, pero Rayados contó la suerte, factor para el cual no se tiene antídoto ni tampoco se entrena, y el gran nivel de su portero. Los dirigidos por Diego Alonso sumaron sus primeros tres puntos a domicilio, pero aún hay mucho qué afinar para ambas escuadras.