El césped del Estadio Azteca se había caracterizado por parecer una mesa de billar. Bien cortado, regado y pintado, el pasto del inmueble se ha significado por ser la joya de la corona de la administración del inmueble, pero ojo, es tiempo de dejar reposar la cancha. El césped híbrido que fue instalado hace un mes no ha asimilado su adaptación cuando el duelo de la NFL entre L.A. Rams y Kansas City Chiefs está a la vuelta de la esquina (19 de noviembre), así como una hipotética Liguilla… Ni hablar, América y Cruz Azul a buscar una casa en renta.
Editorial | ¿Por qué es mejor dejar reposar el césped del Estadio Azteca?
Es preferible que esté en óptimas condiciones para recibir a la NFL y la Liguilla que exponer a algún jugador a una lesión.
El espectáculo no ha sido el óptimo en los partidos que se han disputado en el Coloso de Santa Úrsula, en primera por el estado de la cancha y en segunda por las constantes lluvias que han azotado a la capital del país. Si a eso se le suma la constante actividad en Liga, Copa, duelos de la femenil, hacen que el pasto no haya tenido reposo.
América y Cruz Azul son dos escuadras que les gusta tocar a ras de césped, es decir, el estado actual les está perjudicando, no les deja aflorar lo mejor de su futbol, pero sobre todo, están poniendo en riesgo las descomunales inversiones que hicieron para esta campaña. Es decir, la irregularidad del terreno hace propensas las lesiones de elementos que costaron mucho como Roger Martínez, Milton Caraglio, Agustín Marchesín, Pablo Aguilar, Mateus Uribe o Elías Hernández.
Es imprescindible que las directivas de las Águilas y de La Máquina busquen sedes alternas por ahora, para que puedan exhibir su mejor nivel, para evitar lesiones y para que, de cara a la Liguilla, ambas puedan sacarle el máximo provecho al Azteca. Además, la administración del inmueble no puede mostrarle, bajo ninguna circunstancia, una cancha como la actual a la NFL, eso supondría algunos peros en una hipotética renovación de contrato.
Que el Estadio Azteca descanse lo que deba, es el templo por antonomasia del balompié mexicano, y un pequeño respiro no le caería nada mal. Al fin y al cabo está acostumbrado a regresar con renovados bríos.