Vivir un secuestro ha sido una de las experiencias más duras para Rubén Omar Romano quien consideró que gracias al futbol, la vida después de dicho acontecimiento, fue menos difícil de sobrellevar.
El futbol fue el verdadero rescatista de Rubén Omar Romano tras su secuestro
Fue hace 15 años cuando el técnico pasó 65 días privado de su libertad. Tras ser liberado, fue técnico de Cruz Azul.
Fue el 19 de julio del 2015 cuando el entonces director técnico de Cruz Azul fue secuestrado. En cuanto la noticia se dio a conocer, se comenzó la búsqueda. Pasaron 65 días hasta que fue liberado. Vivir aquellos momentos le fue más llevadero, en parte, por pensar en volver a las canchas de futbol.
"Fue complicado, lamentablemente uno nunca espera que le aparezca algo similar y de repente encontrarte con eso fue muy duro. Levantarse no fue tan duro porque uno creía en Dios, en mi familia, pensaba muchísimo en ella, pensaba en el primer partido que iba a salir al campo de juego, lo visualizaba mucho. Por eso la recuperación fue rápida, a los tres días salí a un campo de juego y eso es lo que me mantenía ocupado, sin pensar tanto en esos 65 días", recordó el estratega en charla con Versus Digital.
Para Romano, volver a las canchas fue una terapia personal. Él prefirió enfocarse en el futbol para dejar de lado todos los amargos recuerdos del secuestro.
"A veces la gente piensa que tiene que descansar, por eso me fui de Cruz Azul, no renové. Pero lo mía era estar en un campo de futbol, que era lo que más me hacía falta".
Incluso, hace unos meses, Rubén Omar comparó lo que vivió en aquel suceso, con lo que se vive actualmente con la pandemia de coronavirus y el confinamiento.
“No estamos presos ni privados de nuestra libertad, solo estamos viviendo una cuarentena protegidos en nuestros hogares, salvando vidas y preparándonos para vivir en un nuevo mundo. Hace 15 años tuve la mala fortuna de vivir un secuestro 65 días privado de mi libertad, amarrado con los ojos vendados, hoy lo comparo con este confinamiento y créanme que estamos en la gloria, estas fotos son precisamente en mi regreso a las canchas del brazo de mi viejo, su sonrisa es única, ahí refleja la alegría que estaba viviendo al tenerme sano y salvo a su lado, estamos juntos en esto (sic)".