El inesperado regreso del Atlas: la Nueva Generación

Que no se vuelva a cometer la equivocación cometida con “El Ponchito” González. Que no se interrumpa el desarrollo de una joven promesa rojinegra vendiéndosela a algún equipo de Monterrey para comer banca a cambio de toneladas de dinero.

La sorpresiva victoria del Atlas sobre el ultracampeón Tigres es importante por varios aspectos. Primero, porque la escuadra del “Profe” jugó como solía jugarse hasta hace no mucho: cinco extranjeros (Ustari, Leyton, Tabó, “Alegría” y “El Chavo”) y seis mexicanos (Madueña, Arreola, Reyes, Márquez, Salas y Garnica).

Segundo, porque en frente estaba ni más ni menos que la plantilla más multimillonaria de la Liga MX: si quitamos a Rafa Márquez, es posible que un año de salario de André-Pierre Gignac alcance para cubrir los sueldos de todos los mexicanos del Atlas. Con lo que Tigres pagó por Jürgen Damm, da para fichar diez chavos como el veinteañero Bryan Garnica ( quien, por cierto, debería ir a la Copa Oro).

Tercero, porque ante el mal momento de las que antaño eran las grandes canteras de México (Pumas y Chivas), se vuelve necesario que de “La Academia de Colomos” vuelvan a graduarse los talentos más prometedores del balompié azteca. Por tradición del Atlas salen siempre los más pícaros, los más caracoleros y los de pie más educado.

Ayer al medio tiempo saltaron al césped del Estadio Jalisco los chicos de la sub-20 y de la sub-15 a dar la vuelta olímpica para celebrar sus merecidos títulos.

Dicen los rumores que los dueños del Atlas se quedaron sin presupuesto para el club y no por nada el Atlas sufrió mucha irregularidad la temporada pasada. La buena noticia es que “Lupe” Cruz recibió la confianza de los de arriba y él a su vez le está dando la confianza a los chavos que vienen duro de abajo.

Ojalá que la merecida victoria ante la escuadra de “El Tuca” Ferretti represente la vuelta a la academia del Atlas: la Nueva Generación.