Poco y nada que recordar de un clásico regio que desde minutos antes de que comenzara, ya tenía más de qué hablar fuera de la cancha que dentro de ella.
En un clásico empañado por la violencia, Tigres y Rayados se olvidaron del fútbol
Un triste empate 0-0 fue lo que dejó el duelo en la sultana del norte que solo dejará como recuerdo al aficionado apuñalado previo al partido.
Tigres y Rayados empataron 0-0 un encuentro con muy pocas emociones y donde Marcelo Barovero fue el gran héroe del partido salvando a Rayados en al menos dos ocasiones, una de ellas, la más clara en un remate fortuito de Juninho.
Y es que Tigre siempre fue el que más intentó, pero nunca encontró la llave. Fue hasta el segundo tiempo que tuvo las aproximaciones más importantes, pero entonces aparecía el arquero argentino para mantener el cero en el marcador.
Del otro lado, del equipo de Diego Alonso nada qué recordar. Basante se lesionó en el primer lapso y sin Avilés Hurtado el cuadro regiomontano fue incapaz de generar verdadero peligro en el área rival.
En los últimos minutos, Juninho se fue expulsado por la doble amarilla que recibió en una falta sobre Gallardo que solo sirvió para que los felinos prácticamente firmaran el empate.
El duelo de por sí ya tenía encima todo el peso de la agresión y violencia que acarreó que un aficionado de Tigres fuera apuñalado minutos antes del encuentro en las calles de la sultana del norte.
Así, pocos, tristemente, se acordarán de lo que sucedió en la cancha, pues ambos equipos muestran serias falencias que no corresponden con las nóminas que tiene ambas escuadras.