Enrique Meza tiene una forma muy particular de agradecer a las personas: regalar rosarios de oro. El legendario estratega mexicano concibe la religión católica como parte de sus creencias, pero, sobre todo, de su forma de conducirse en la vida.
Enrique Meza y los rosarios que regala como agradecimiento
El legendario técnico mexicano tiene una forma particular de acercarse a diversas personas del futbol.
De diversas formas manifiesta el timonel, sus creencias. Rezarle a la Virgen de Guadalupe previo a cada partido es uno de sus más sagrados 'movimientos'. Persignarse antes de comenzar las prácticas, también. Su fidelidad ante la religión es punta de lanza en su formación como ser humano.
Sin embargo, siempre muestra respeto no solo de sus creencias, sino de las ajenas. Sin intención de cambiar las de los demás, Meza comparte una pequeña parte de sí, con quienes se cruzan por su camino. Regalar rosarios de baño de oro es una de sus actividades favoritas. Lo hace con personas que lo marcan de una u otra manera y a quienes busca agradecerles por su apoyo.
En su paso por Puebla, en 2018, el estratega visitó las oficinas del club antes de ser presentado de forma oficial. Saludó de mano a cada persona y se presentó con cada una. Después organizó un convivio con el personal administrativo del club. Durante el evento, en el que hubo comida para todos, también obsequió rosarios a todas las personas. "Es un agradecimiento por el apoyo que siempre nos dan y el trabajo que hacen", dijo a cada una. Los futbolistas de aquella plantilla también recibieron uno, además de múltiples consejos que buscaban sacar lo mejor de cada uno no solo en la cancha, sino en su vida diaria.
En 2016, bajo el timón de Morelia, le obsequió un rosario a Matías Almeyda, entonces técnico de Chivas. ¿La razón? "Matías fue muy bondadoso conmigo en su trato, con lo que dijo y se lo agradezco profundamente, pero no se lo regalé por eso, sino porque me gusta compartir", reveló en charla con ESPN.
"Esto marca la grandeza y la humildad que tiene este gran ser humano, del cual yo escuché su conferencia de prensa, al cual admiro y del que me gustaría tener la mitad de la carrera que ha hecho el hasta el día de hoy como entrenador”, señaló Almeyda en aquel entonces.
Como timonel de Pachuca, Meza Enríquez mandó a hacer 1000 chamarras alusivas al campeonato de la Copa Sudamericana, exclusivamente para el personal administrativo del club. Para el estratega, el título le pertenecía no solo a los jugadores y cuerpo técnico. Los futbolistas, constantemente, recibían obsequios: libros que el técnico consideraba que serían de utilidad en su vida personal.
No solo el éxito deportivo es estandarte de Enrique Everardo Meza Enríquez, sino también la bondad y la gratitud, mismas que lo posicionan como uno de las personas más emblemáticas y queridas del futbol mexicano.