El panorama social y político no luce favorable para la población mexicana. La llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos ha exaltado los peores presagios para el también país norteamericano.
Es momento de creer en lo mexicano: que la Liga MX dé también un paso al frente
Tras el complicado instante que vive México, el fútbol puede dar el ejemplo para consumir lo que se hace en casa.
En ese complejo momento en el que la incertidumbre reina en todos los sectores de la población mexicana, nace una unidad entre la gente que hace mucho no se veía en el país azteca.
Entre esa lluvia de medidas que nacen en México para contrarrestar el ‘Efecto Trump’, los mexicanos empiezan a unirse en pro de lo hecho en el país azteca. Es decir, consumir lo que se genera dentro de las fronteras, y no lo que llega fuera de ellas.
Esa unidad busca tocar la mayor cantidad de sectores de consumo. La prioridad radica en creer en lo mexicano, en confiar que lo que se hace, está bien hecho.
Consumos básicos de alimentos como prioridad. Pero también, el cine hecho en México, su cultura, su literatura, su turismo, su ropa y por qué no decirlo, su deporte.
El fútbol es la actividad que más le interesa a los mexicanos. Reza el dicho que la gente encuentra en el fútbol el triunfo que a veces la vida les niega. Es este deporte un desahogo para los problemas que enfrenta su población.
Si la idea que ha nacido de la misma población azteca se extiende, el fútbol y la Liga MX no puede hacer caso omiso. Confiar en lo mexicano, y saber que lo que se hace en esa casa, está bien hecho.
Hoy, con la regla 10/8, se confía más en lo foráneo que lo que se intenta lograr en casa. Hace unos días, el capitán de México en el título del Mundial Sub 17 de 2011, Antonio Briseño, señalaba que en poco tiempo, el fútbol azteca se quedaría sin jugadores jóvenes.
Chivas es el mejor ejemplo de apuesta por lo mexicano. Uno de los clubes más ganadores del país, históricamente han tenido a futbolistas aztecas y los resultados han sido positivos. Hoy, pese a dicha regla, se mantienen en la pelea por un título, con un estilo definido, buenas entradas en la grada y comercialmente, entre sus errores normales, son exitosos.
Pachuca es otro caso. Un club que trabaja muy bien en su cantera y que ha sido la base de selecciones juveniles. Han sacado a grandes prospectos que hoy triunfan en la Liga MX y que incluso, brillan en el fútbol de Europa.
Y están los ejemplos negativos. Equipos que tiene a más de 20 jugadores no mexicanos y que están peleando los últimos lugares de la tabla, e incluso, con serios problemas porcentuales.
La realidad superó la ficción, y en efecto, cada vez son más contados los jugadores mexicanos; mucho más, los jóvenes con verdaderas oportunidades en Primera División.
Si al fin se da un paso de unión, el cual no existido en mucho tiempo dentro de México, el deporte y el fútbol no deben cerrar los ojos y taparse los oídos ante una realidad evidente que está tocando a la población azteca.
Es en pequeños detalles así donde se pone el ejemplo y se contagian cambios. Si la avalancha viene complicada, es el instante histórico para que los mexicanos se unan y crean en ellos mismos. Sacar pecho, y si se trata de ser nacionalista y esto generará un mejor ambiente al interior, pues entonces, que sean nacionalistas y derrumben los muros que hay entre su propia población.