Con apenas 2 puntos de 15 posibles y tras ser goleados por Necaxa, Andrés Lillini, entrenador de Pumas, admitió que su puesto está en juego pero aclaró que para irse lo tendrán que echar, pues él no piensa dar un paso al costado.
Lilini asegura que no quiere hacerle daño a Pumas pero agrega: "No me cruza renunciar"
El entrenador de Universidad admitió que su puesto está en juego y que la palabra 'crisis' encaja con la situación del club.
" No se me cruza renunciar, al final tendría que ser un acuerdo con la directiva, renunciar, no. Aunque ya estén anotando nombres de entrenadores. Yo voy a hablar con el presidente, los resultados son los que mandan y en un club tan grande como Pumas no puedes dar ventaja", dijo.
Su escuadra ha recibido 8 tantos en 5 juegos y solo ha anotado uno, lo que los tiene en la última posición de la tabla, pero insistió en que trabajará para darle vuelta a la situación, pese a " lesiones e infortunios" que no quiere poner como excusa.
"Siempre fui un luchador, nunca tuve miedo a la responsabilidad, fuerzas tengo, pero tampoco soy porfiado en quererle hacer daño a Pumas; no estoy para hacerle daño a una institución tan grande, sí para ponerle el pecho a las balas, pero no para hacerle daño", afirmó.
Aunque negó sentir que el duelo ante los Rayos fue el último en el cual dirige a los auriazules, si aceptó sentir que " cada vez es más difícil. Estoy en un momento de mucha tristeza personal donde la frustración mía es por los futbolistas porque son los que entran a la cancha y defienden una playera. Me frustro por ellos porque no nos alcanza, yo los escucho y me da una gran frustración".
El siguiente encuentro de Pumas será el domingo 22 de agosto a las 13:00 ET contra Puebla en el Estadio Olímpico Universitario.