Miguel Layún aseguró que lo acontencido en el Clásico Nacional cuando varios jugadores, incluido Oribe Peralta, platicaron e intercambiaron playeras, no debe ser motivo de un linchamiento social.
Miguel Layún no ve mala fe en accionar de Oribe Peralta
El jugador de Monterrey señaló que no debe existir un linchamiento por lo acontecido en el Clásico.
"Me pongo en la balanza de ambas partes, me pongo en el sentimiento del aficionado y lo que duele perder un clásico. Lo comparto, lo entiendo, lo viví. Si bien es cierto que ante los ojos de mucha gente pudo ser una decisión no muy atinada, no debe caer esa perspectiva de un linchamiento contra los jugadores".
Layún señaló que cada persona es diferente en su forma de reaccionar, de sufrir o padecer una derrota en un partido como el Clásico, pero negó rotundamente que Oribe Peralta no tuviera vergüenza deportiva.
"Meto las manos al fuego por Oribe. Hay gente que no va a entender porque conociendo a Oribe se ha preparado una manera distinta en la parte emocional, intelectual, es alguien que quiere transmitir que la vida se puede vivir de manera distinta, pero hay gente que la pasa fatal".
Miguel Layún señaló que él si hubiera el intercambiado playera con algún rival, pero no lo hubiera hecho de la forma en cómo se dieron las cosas el fin de semana pasado en el Estadio Azteca.
"No estoy de acuerdo, no lo comparto, lo hubiera hecho en el vestidor, hubiera esperado al túnel, me parece válido. Y lo que no comparto, es que mis duelos los vivo de una manera distinta, pero no puedo esperar a que la persona de a lado reaccione de la misma manera".
LA PASIÓN DE LAYÚN
El jugador, en palabras para Línea de 4 de TUDN, señaló que su pasión es única y más en juegos importantes y recordó una reacción que tuvo en un Clásico Regio.
"Soy muy calentón, no voy a juzgar a alguien. Soy calentón y me quiero matar yo, cuando cometo un error, me miento madres, le pego a la pared, y sin mis frustraciones y no es la manera correcta pero soy sumamente pasional y a veces me desbordo. Cuando perdimos contra Tigres después de ganar la Concacaf, llegué a i casa caliente y mente madres y dejé que se me bajara la calentura porque soy una olla exprés de emociones".