Morelia da un juego de Monarcas y toma gran ventaja

Se hacen llamar Monarcas, y al menos este jueves, brindaron un juego de reyes, como si el cetro, el trono y la corona estuvieran a punto de salir del horno para estrenarse en el Apertura 2019. Morelia venció 2-0 al América en la ida de las Semifinales en una noche michoacana inolvidable y que ni siquiera el mejor corrido podría describir.

La antigua Valladolid fue más rojiamarilla que nunca, el epicentro de una jornada que se antojaba histórica y en la que los purépechas dieron un paso importante para tratar de regresar a una Final de Liga MX.

Como si toda la fuerza de las mariposas monarca para migrar a Michoacán recayera en solo once hombres, los dirigidos por Pablo Guede encontraron un lapso oportuno para tratar de hacer daño al inicio del partido, tendencia que alcanzó un clímax de forma más rápida de lo previsto cuando Edison Flores puso a prueba a Guillermo Ochoa a los 8’.

Fuegos artificiales, caras gigantes de jugadores monarcas (cortesía de los familiares del equipo local), carnitas suficientes para alimentar a un país pequeño, Liguilla, Semifinales, una combinación idílica pero incompleta. Sí, ese “algo” que faltaba llegó a los 17’.

Una gran proyección de Millar fue la génesis para una jugada que concluyó F ernando Aristeguieta de frente al marco, sin marca y con Ochoa ya casi vencido.

Como si el destino no quisiera que la fiesta en la antigua Valladolid fuera redonda, el VAR apareció para meter incertidumbre solo unos instantes antes de que todo el Quinceo estallara, como si se volviera a formar un volcán más nuevo que el Parocutín: el gol había llegado.

No es que los azulcrema hayan carecido de ideas, ya que Sánchez y Aguilera casi logran el empate; más bien, los dirigidos por Miguel Herrera parecían rebasados por unos Monarcas empujados por una afición inigualable, como se ve muy pocas veces en el estadio Morelos, abrumadora mayoría michoacana, algo desconocido para el América, acostumbrado al apoyo de la tribuna incluso fuera del Azteca.

Por si fuera poco: Jorge Sánchez cometió una imprudencia al derribar a Flores en medio campo, con poco peligro al ataque, suficiente para ver la segunda amarilla a los 35’.

Los capitalinos compactaron su juego en el complemento, ya con Vargas en la cancha, ¿la respuesta de Morelia? Un contragolpe originado en la propia área defendida por Sosa donde intervino casi medio equipo de rojo y amarillo y que culminó con un tiro tan machucado como dramático pero que dotó de mayor sabor al segundo tanto michoacano a los 52’.

Fiesta redonda, festín de reyes que nadie se perdió, mucho menos el ya famoso “Scooby-Doo” Tolentino al descanso del encuentro. Todo fue demasiado para un América que, a pesar de los cambios de Herrera, no encontró solución a la endemoniada labor de Sansores y Millar, quizás los que más corrieron y que parecían tener clones esparcidos en todos los sectores del campo y todo a pesar de que Vegas equiparó el compromiso a un 10 vs. 10 sobre el final.

Los de Coapa recurrirán otra vez al Azteca en busca de un nuevo milagro el próximo domingo. ¿Y Morelia? Sencillamente es cada vez más Monarca.