Se fue Rafael Márquez y con él una era en el Atlas. Es cierto que él siempre ha sido un símbolo particular para una institución con décadas sin ganar trofeo alguno. Los triunfos y los blasones del defensa central lejos del equipo se festejaron siempre como propios entre la afición rojinegra y en el propio club.
Opinión: El Atlas en la era pos Rafa Márquez
El defensa del conjunto se retiró y el club deberá vivir en la cancha una nueva época sin su símbolo de las dos últimas décadas.
Esto porque su amor por los colores de la Academia siempre ha sido su bandera. Basta con recordar que cumplió su promesa de retirarse en el conjunto que también lo vio nacer futbolísticamente. Eso en sí, en un fútbol en el que el corazón cambia al ritmo de las billeteras y de lo que contienen, es de agradecer y destacar.
El viernes sobre el campo del Jalisco se le extrañó. La fuerza de la costumbre hizo que se le buscara en la zona que dominó por más de 22 años solo para toparse con la figura de Omar González y recordar que se ha retirado. Que ante Brasil, en el Mundial que recién terminó, jugó su último partido como futbolista profesional.
Hubo un instante de vacío emocional-futbolístico, si es que algo así existe, y el encuentro perdió cierto color. Aunque eso es una apreciación personal. Llevará cierto tiempo hacerse a la idea que no le veremos más sobre la grama. Ni con su club ni con la Selección Mexicana.
Tiene aún el pendiente de resolver el asunto con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos que lo señaló con un presunto vínculo a una red de narcotraficantes y que le ocasionó dejar de jugar algunos meses tanto en Atlas como en Tri, así como el congelamiento de diversas cuentas bancarias y la prohibición de viajar a aquel país.
Sin embargo, los Rojinegros no han renunciado a él (el amor es mutuo) y seguirán su camino de la mano. Antes que después se hará cargo de un puesto en la directiva de la institución como lo anunció hace unos meses Gustavo Guzmán el presidente de los zorros.
Mientras se extrañaba la presencia de Márquez en la cancha el viernes pasado ante Querétaro, en la tribuna el otro referente rojinegro de la actualidad (igual de apasionado por esos colores allá donde lo lleve el futbol) observaba el partido con atención.
Andrés Guardado no perdió detalle del encuentro y nos hizo recordar que a él, también referente del Tri, se le acerca a su vez la hora del retiro y con ello el fin de aquella época espléndida del Atlas que sentó sus bases con Marcelo Bielsa y Ricardo La Volpe. Así como en jugadores como Miguel Zepeda, Daniel Osorno y Juan Pablo Rodríguez, y de la que él fue el último producto tardío.
Será misión de Rafa Márquez, ya desde su nuevo sitio en cuanto lo tome, revivir o al menos intentarlo, aquellos días en los que los ojos y el corazón se llenaban de buen fútbol de color rojo y negro, y de una manera de entender el fútbol que un día, gracias al trabajo, dio a un jugador como él mismo.