Fue un patadón y merecía la expulsión. Hay que decirlo de forma clara y sin rodeos.
'Ruso' Zamogilny | Sin mala intención
Fue un patadón y merecía la expulsión, pero es un accidente del futbol.
La jugada provino de un saque de banda donde Paul Aguilar puso en juego la pelota, siguieron un par de cabezazos y vino el movimiento de Gio para atacar el espacio.
Con la pelota en el aire, el 'Pollo' cruzó la cancha para realizar la cobertura y soltó la zurda con muchísima fuerza tratando de despejar, Gio la punteó y en un movimiento totalmente a destiempo, la pierna de Briseño siguió de largo y con la filosa suela de su zapato impactó ferozmente sobre el muslo del americanista causándole una durísima lesión.
Tanto los futbolistas que estaban en el campo de juego como los televidentes que estábamos siguiendo la transmisión quedamos en shock al ver la terrible escena de Giovani revolcándose y pidiendo ayuda.
La pregunta inmediata y que hizo explotar Twitter fue si el hombre del Guadalajara había buscado el choque con mala intención.
Viendo las imágenes una y otra vez, pero sobre todo conociendo al 'Pollo' de mi etapa en Atlas, puedo dar fe de que fue un completo accidente. Una acción totalmente imprudente, más no con mala leche.
El 'Pollo es un chavo educado, leal y una excelente persona, al cual mientras lo tuve como compañero nunca le vi pegar una patada con mala intención ni siquiera en un entrenamiento.
Eso si, es un futbolista sumamente intenso y poseedor de una gran fortaleza física que tiene que ser correctamente encauzada ya que en ocasiones se excede en los contactos.
Mientras en la cancha Fernando Guerrero le mostraba a Briseño la roja directa, en las redes sociales los aficionados americanistas estaban indignados, consternados y comenzó la ciber condena prácticamente desde todos los sectores.
Miles de mensajes externando su sentir, pudimos leer de todo, desde “es un mala leche” o “que bestia” hasta el extremismo de algún periodista fanático que exageradamente lo llamó “asesino” o “criminal” por la “fuerza desmedida” con la que entró Briseño a esa pelota.
¿Qué disparate es ese? ¿En serio creen que en una disputa de una pelota dividida un jugador puede “medir la fuerza” con la que pelea el balón?
Si entras flojo y el rival te va con todo, ¿que pasa?
La magia de ganar una pelota dividida reside justamente en llegar primero a la pelota y para ello medir la fuerza nunca será recomendable.
Sucede bastante (a mi me ha pasado, aunque sin las consecuencias de esta jugada), pero en el afán de querer llegar primero para ganar el balón, terminas contactando al rival.
Es ese riesgo el que el futbolista debe medir (llego o no llego pleno al balón), más no la fuerza. Si estás seguro que llegarás a la pelota, es válido ir con todo.
Lo que me queda muy claro es que estos son accidentes del fútbol y si bien no son tan comunes, desde el momento en que pisamos una cancha estamos expuestos a sufrir alguna lesión por contacto.
Espero que Giovani se recupere pronto y lo haga sin ningún inconveniente, ya que platicando con un buen amigo y mejor doctor, me decía que el problema para su regreso será que no se le genere ninguna fibrosis en la zona afectada.
Por otro lado ya salió la suspensión para Briseño que tendrá que comerse 4 juegos en el freezer, un lujo que actualmente ningún jugador del Guadalajara puede darse ya que el equipo está pasando por una crisis innegable.
Por lo pronto la pelota seguirá rodando y veremos que equipo es el más afectado por estas dos ausencias. ¡Juegue!