Por Andrés Corona Zurita
Un triunfo en Copa no es para que Tomás Boy se ponga a ‘bailar’
Con 13 de 33 puntos posibles, lejos de zona de calificación y metido en problemas porcentuales, Cruz Azul no está para hacer fiestas.
La afición celeste debió extrañar a aquel Tomás Boy polémico, explosivo, temperamental y hasta bailador al cual pidió en innumerables ocasiones para que fuera el entrenador de Cruz Azul.
Pero la realidad es que hasta este momento, al ‘Jefe’ la Máquina le ha quedado grande y los resultados distan mucho de ser lo esperado por la institución celeste. Hoy la fanaticada cementera extraña más que nunca una buena temporada y una seguidilla de triunfos que lo regresen a la pelea por un campeonato.
Boy celebró como hace tiempo no lo hacía luego que Cruz Azul goleara 4-0 a Mineros en la Copa MX. El Jefe se plantó en su área técnica y se puso, literal, a bailarle a la afición celeste con gestos de burla e ironía por los silbidos que ha recibido y las peticiones de la gente para que abandone el cargo de director técnico.
Pese a la calificación del equipo de La Noria, algo hasta cierto punto obligatorio para un cuadro como Cruz Azul, Tomás Boy no está ni para ponerse a bailar, ni para burlarse de la afición y mucho menos para encararla.
Ubicados en el puesto 13 de la tabla general con 13 unidades de 33 posibles, lejos de zona de calificación, con dos partidos consecutivos sin perder y sumando un triunfo en cinco juegos como local, la situación en la Máquina es tan grave que la institución está metida en serios apuros porcentuales.
La cabeza de Tomás Boy estuvo a punto de ser cortada luego del papelón que ofrecieron en la Liga MX contra el América, un resultado imperdonable por la rivalidad y antecedentes inmediatos de Cruz Azul ante las Águilas.
En esa ocasión, el ‘Jefe’ no salió a ofrecer disculpas a la afición por haber perdido un 3-0 a favor y caer 4-3, resultado en el que el banquillo celeste jugó un papel importante para la debacle.
Sí, la afición extraña a ese Boy que es capaz de inyectarle color a Cruz Azul, pero ante la falta de resultados, extraña más una victoria que a una persona.
El ‘Jefe’ no está para bailarle a nadie. Está para dar resultados, los cuales, lamentablemente para su causa, no está dando.