Veracruz vs. Morelia: el infierno está debajo del 'Pirata'

En realidad, hay hasta siete equipos en amenaza de descenso dentro de una zona de diez puntos de diferencia: Cruz Azul, Tijuana, Necaxa, Puebla, Tiburones, Jaguares y Morelia en orden descendente. A principios de temporada, el Veracruz-Monarcas que hoy nos ocupa hubiera sido la gran lucha. Hoy, sin embargo, es una entre varias.

Lo cual no implica que los tres puntos de esta noche no importen o puedan desperdiciarse así como así. Los hombres dirigidos por Enrique 'El Ojitos' Meza siguen últimos en la tabla de cocientes en tanto que los de Pablo 'El Pomelo' Marini únicamente aparecen arriba de Jaguares gracias a la diferencia de goles. Los michoacanos están a siete puntos de los jarochos y una victoria los colocaría a sólo cuatro de alcanzarlos.

En otras palabras, quien tiene más que ganar (y también más que perder) es el cuadro de la Monarquía: ganando, entraría a esa zona donde la Máquina Celeste ya está visible y a la mano. Perdiendo, seguirían de últimos, suspirando por las malas rachas de Tiburones y Jaguares, esperando por el colapso del Necaxa. 'El Equipo de la Fuerza', como es anunciado el Morelia desde los altavoces del Estadio Morelos', deberá entonces demostrar que la tiene.

Su antecedente en el 'Pirata' Fuente es favorable. Cuando el Veracruz se encontraba en buen momento al mando de Carlos Reinoso, Morelia siempre puntuó: un empate con un hombre menos en 2015 y una victoria 2-1 en el Clausura 2016 hace seis meses para llevarse cuatro puntos del Golfo de México. Si eso logró el Morelia cuando el 'Tibu' andaba de buenas ¿qué no podrá lograr ahora que nada en un oceáno de incertidumbre?

El local al menos puede presumir que en las dos últimas fechas sacó un punto del campo de Tigres y logró tres en casa ante el campeón Tuzos. Se puede hablar de una racha más o menos favorable si se incluye el empate ante el Toluca rescatado tras ir perdiendo y jugando mal.

Es ésa la gran preocupación de los escualos: han logrado puntos, pero su juego es pálido. Marini, un estratega conocido por su inteligencia teórica, sufre para llevar sus conocimientos a la práctica. El argentino quiere jugar a atacar y a tener la pelota sólo para ver cómo su equipo se desploma en los segundos tiempos. Enrique Meza es tal vez su opuesto: su fútbol no aspira a lo brillante, sino que más bien aspira a lo posible. Y funciona.

En un partido que seguramente será dominado por el miedo a conceder ese primer gol, el momento de su aparición marcará el inicio de la desesperación por empatar. Esto es, que el encuentro se abrirá, se volverá frenético y lleno de emociones cuando quien vaya abajo arriesgue con todo y se exponga atrás.

Al paso de los minutos, las llamas ardiendo debajo del césped irán quemando más y más a Tiburones y Monarcas.