Con el Clausura 2020 en el horizonte, el Pocho ya había sido adquirido y presentado por el Guadalajara; no obstante, como un balde de agua helada, cayó la revelación del dopaje en el que incurrió en agosto de 2019: sí, fueron casi seis meses los que transcurrieron entre el examen de orina que presentó y la publicación de los resultados.
Ante este suceso, la incorporación de Víctor Guzmán a Chivas se vino abajo. Tuvo que salir de la institución rojiblanca para volver a Pachuca, en donde le ofrecieron cobijo. No obstante, el daño moral y profesional ya estaba hecho.
En entrevista exclusiva con Karina Herrera de TUDN, el exfutbolista de los Tuzos, y dos veces campeón de la Liga MX, aceptó que si bien un momento de inconciencia derivó en su dopaje, el castigo fue mucho peor.
"Duré como tres días sin querer comer ni salir, pero dije que no he dañado a nadie, no maté, no soy una persona que le haga mal a alguien o se lo desea, lo que pasó fue una circunstancia de la vida que tanto me puede pasar por el descuido de las 24 horas, no éramos lo profesional, en cualquier fiesta que vayas te puede pasar, como a miles de personas y ni cuenta se dieron", confesó.
La familia del Pocho se rompió tras el anuncio de su dopaje
Evidentemente, el golpe de ser señalado como un jugador sucio no afectó solamente al hoy flamante fichaje de Chivas. La familia de Víctor Guzmán también recibió el mazazo y lo sufrió con él.
Uno de los momentos más dolorosos en la vida profesional del Pocho fue atestiguar el dolor que causó en sus seres queridos el polémico acontecimiento que vivió a principios de 2020.
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"Me destrozó ver también a mis hermanos, familia, preguntándose por qué pasan estas cosas, hemos sido una familia muy unida y muy fuerte, después de eso se nos empezó a iluminar el camino, estamos contentos porque se podrá escuchar mal, a todos nos hace falta esa apretada para que realmente veas quién está contigo, quién incluso de tu familia te da la espalda, por eso somos la persona que somos el día de hoy", manifestó en entrevista con TUDN
El mensaje del Víctor Guzmán a sus detractores
Una vez superado el trago amargo que fue su dopaje de 2020, el hoy jugador de las Chivas se dio el tiempo de enviarle un recado a aquellas personas y medios de comunicación que él considera que lo atacaron durante el doloros proceso.
"A eso se dedica la gente (a criticar), incluso algunos medios, discúlpeme pero así es, cuando te va bien no pasa nada, va mal y no digo conmigo, digo otros jugadores o artistas y se habla más de lo mal que de lo bien, fue duro y a final de cuentas pasamos por momentos increíbles con la familia: mi hermano estaba en un proyecto de trabajo, también se le incendió todo, tenía lo de los muebles, sala, comedores, recámaras, se nos incendió el taller a los dos días", contó.
De igual forma, y en uno de los momentos más emotivos de su charla en exclusiva con TUDN, Víctor Guzmán contó un dramático momento: cuando supo que su padre, un hombre de hierro, se había quebrado por lo sucedido, pues se conjuntó con otras situaciones desafortunadas que padeció su familia en esa misma época. Todo esto, reconoce el jugador, lo fortaleció para ser quien es hoy.
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"Pasamos pruebas, me duele que dijeron que mi papá estaba llorando, lo conozco, nunca había llorado, mi mamá destrozada, mis hermanos, yo como el hombre fuerte de la casa agarré y dije 'tenemos dos manos, dos pies, no pasó nada a mi hermano, no hemos dañado, no hemos matado, no hemos hecho algo que nos prive de la libertad, tenemos recursos en la casa, podemos vender, salir adelante', fue lo que me impulsó, se arregló todo muy rápido, volví a jugar, esas ganas, esa hambre que se ha caracterizado de Víctor Guzmán es lo que salió a relumbrar o esa motivación para salir adelante y la motivación y ser quien soy hoy", manifestó.
