Tigres y América se han enfrentado en 26 ocasiones desde 2010, época en la que los felinos sumaron cinco títulos de Liga MX de siete finales disputadas.
Vota: Tigres-América, ¿clásico o alta rivalidad?
Los constantes duelos entre felinos y águilas han creado la duda sobre si ya se puede llamar clásico a este enfrentamiento.
En el mismo lapso las Águilas obtuvieron tres campeonatos más de cinco finales, suficiente para convertirse en el equipo más ganador en Primera División.
Además, cada uno ha vencido al otro en una final de Liga MX en el mismo lapso (Tigres en penales en el Apertura 2016 y América por 3-1 en el Apertura 2014), sin contar los duelos de temporada regular, Campeón de Campeones, entre otros.
A continuación te presentamos los parámetros que definen un clásico para que votes sobre si el Tigres-América cumple cada uno.
RIVALIDAD DEPORTIVA
Un juego en el que está de por medio 'más que tres puntos'. Hay algo que demostrar y normalmente están de por medio los primeros puestos de la tabla general.
RIVALIDAD EXTRADEPORTIVA
Los aficionados, las declaraciones de los jugadores, el valor de los planteles, inclusive las redes sociales alimentan un clásico.
CONVOCATORIA/IMPACTO NACIONAL
El día que se juega un clásico el país lo percibe sin importar si ahí se disputa el partido. No importa el lugar, los aficionados marcan un ambiente distinto al resto de la temporada.
ANTECEDENTES RECIENTES
Los equipos que disputan un clásico tienen antecedentes que mantienen el duelo entre los más destacados, incluso algunos en instancias finales. Hay anécdotas actuales y declaraciones en la mente de los aficionados.
PLANTELES DESTACADOS
Deben estar comprometidos siempre con planteles que aspiren a ganar todo, tanto los partidos directos, como cualquier competencia a la que enfrentes. Tener jugadores de primer nivel para mantenerse en lo más alto
DOMINIO DE LA LIGA
Tener la capacidad de ser dominante en cada torneo de liga que enfrenten, ser aspirantes al título y pelear contra el rival 'odiado' para generar un clásico.
HISTORIA
Contar con una rivalidad añeja, amplia y que se alimenta año tras año, generar esos encuentros que no se quiten de la mente.