El 2017 se esfuma para la selección mexicana, un 2017 lleno de rotaciones emocionales y contrastantes resultados que no terminan por llenarle el ojo a una afición que poco a poco ha demostrado perder la confianza en un equipo, que en cuanto a resultados, es prácticamente inapelable.
Ante Bélgica, el Tri busca redimir rotaciones emocionales y futbolísticas
La selección mexicana tendrá la prueba que deseaba. Ante Bélgica y en territorio europeo deberá demostrar argumentos sólidos pensando en Rusia 2018.
Luego de haber realizado un hexagonal que rayó en la perfección, el cuadro de Juan Carlos Osorio comenzó a prepararse para el gran compromiso en su gestión, la Copa del Mundo de Rusia 2018.
Y es que más allá de las constantes ‘variaciones tácticas’ que el colombiano ha dejado como su sello personal, el funcionamiento mostrado en los últimos cotejos del hexagonal ante Trinidad y Tobago y Honduras, estuvo lejos de las expectativas generadas.
Ahora el llamado sirvió. Osorio había sido el principal solicitante e encuentros de ‘jerarquía’ para el Tri y su idea se concretará este viernes cuando se metan a la casa de los ‘Diablos Rojos’, una de las primeras selecciones calificadas al Mundial.
Y es que más allá de ser una prueba ‘amistosa’, este duelo podría ser un parámetro inmejorable de lo que México se podría encontrar en el Mundial por lo que tanto el funcionamiento, como los resultados y hasta las modificaciones que Osorio pueda realizar en los 90 minutos serán seguidas con lupa.
Importantes son las diferencias monetarias entre uno y otro equipo, mientras Bélgica vale más de 560 millones de euros, el Tri apenas rebasa los 150 millones de euros.
Más allá de eso, a prueba estará la capacidad del DT para compaginar el gran momento que hoy viven jugadores como ‘Tecatito’ Corona y ‘Chucky’ Lozano ante la poca actividad de otros como Layún, Reyes, Vela, Jiménez y los hermanos Dos Santos.
Bélgica es claro favorito, aunque México ha mostrado argumentos para competir de tú a tú ante cualquier rival, lo mismo que ha mostrado una debilidad mental importante al verse abajo ante rivales de jerarquía.