Indicador Futbolero | Jaime Lozano antepone sus valores sobre cambios

Anteponer sus valores sobre los cambios que le propusieron de último momento fue lo que hizo el ahora extécnico del Tricolor, Jaime Lozano, quien se marcha luego de un año con la experiencia de que no siempre se debe decir sí a todo lo que piensan o creen a quienes por ahora manejan los destinos del futbol mexicano.

Jimmy, quien en junio de 2023 llegó como interino en sustitución del argentino Diego Martín Cocca, nunca claudicó en sus esfuerzos por entregar los mejores resultados posibles, nunca se guardó nada en pro del equipo mexicano, pero quizá su error fue aceptar en su momento que influyeran en sus decisiones.

En los pasillos de la misma Federación Mexicana de Futbol (FMF), en tiempos recientes, uno de los temas que se escuchaba con frecuencia era que uno de los problemas que terminaron por restarle autoridad fue cuando se armó el proyecto para la Copa América 2024, que a la postre fue su penitencia.

Con el discurso de querer generar el cambio generacional, se determinó muy a pesar de lo que podría haber pensado el mismo técnico en dejar de lado para dicha competencia a varios jugadores como Henry Martín, Guillermo Ochoa, Raúl Jiménez e Hirving ‘Chucky’ Lozano.

Quienes idearon este proyecto por encima de lo que realmente pretendía el mismo Jaime Lozano nunca contemplaron que ese experimento estaba destinado a explotarles en la mano como una bomba y que el único que saldría realmente perjudicado era el responsable de la banca, más allá del mensaje de empoderamiento de los nuevos jugadores que quisieron vender.

En la FMF, conscientes de que por su inexperiencia y ganas de querer trascender sacaron provecho de las inseguridades que en su momento mostró el entonces estratega, y quien al paso del tiempo fue quien terminó pagando las consecuencias de un proyecto que desde su fecundación se antojaba riesgoso y nada acertado.

Ahora Jimmy se marcha pidiendo que no se especule sobre el verdadero fondo que lo llevó a tomar la decisión de dar un paso al costado, al menos eso fue lo que expresó en un mensaje que posteó en sus redes sociales.

“Sin duda esta es una de las decisiones más difíciles que he tomado; sin embargo, pido a los medios de comunicación no especular. Mi salida es una decisión personal, por una cuestión de valores y una diferencia en el rumbo del proyecto acordado”, señaló Lozano Espín.

Esos valores a los cuales hace mención se refieren en especifico a que por más que le insistieron en el último año que debía sumar un personaje de más experiencia en su cuerpo técnico, jamás lo hizo. Pero lo que fue el colmo es que le hayan ofrecido ser el auxiliar del próximo estratega del Tricolor, que todo indica será Javier Aguirre.

En ambos casos, Jaime Lozano mostró ser solidario con sus actuales colaboradores, y que más allá de la idea que le querían vender de que si se sumaba a la reestructuración, pero en otro rol, su siguiente paso sería asumir el lugar de entrenador en jefe para el proceso 2026-2030, un tema que nadie se lo podía garantizar.

Menos cuando se percató que pese a los constantes discursos de los federativos, donde se hablaba de respetar su puesto y que tenía todo el apoyo para encabezar el actual proceso mundialista, finalmente lo querían relegar a un segundo plano. Era obvio que jamás volvería a confiar en nadie.

Y menos cuando la FMF en su comunicado lo hace ver como el único responsable de lo sucedido por no aceptar lo que le querían imponer.