Indicador Futbolero | Mucho tiene por hacer Javier Aguirre

Luego de su tercer debut con el Tricolor en los últimos 23 años, el técnico Javier Aguirre Onaindia ya pudo palpar con sus propias manos, lo que será su misión de cara a la Copa del Mundo del 2026, la prioridad radicará en poder potenciar, no sólo los aspectos futbolísticos del equipo mexicano, sino la credibilidad ante la afición.

El Vasco tras el triunfo 3-0 sobre Nueva Zelanda en el Rose Bowl en Pasadena, California, sufrió el desplante de la fanaticada mexicana avecindada en el vecino país del norte, porque atrás parecen haber quedado aquellas voluminosas entradas a donde fuera la selección nacional.

Lo sucedido el sábado pasado con una asistencia lamentable de apenas 25 mil fanáticos, en un escenario con capacidad para más de 90 mil, si resultó alarmante porque en otro momento, ese inmueble se hubiera llenado, pero los malos resultados e inestabilidad en tiempos recientes del Tricolor han alejado a sus fieles seguidores.

"La afición es soberana y espera a cambio de su entrada algo. Nosotros empezamos hoy (sábado) y era poco probable que se llenara un campo como este, pero es el primer paso, en la medida que vayamos haciendo camino, siendo generosos y entregados la gente va a empezar a acercarse nuevamente". Comentó el estratega tras vencer a Nueva Zelanda.

Obviamente Javier no es un mago, sino un hombre de trabajo, pero sobre todo un tipo que si algo sabe y maneja casi a la perfección es la gestión de convencimiento, pero también entiende que recuperar la confianza y credibilidad depende única y exclusivamente de lo que él desde su trinchera tendrá que hacer. “El mensaje es claro en el aspecto anímico, darle a la gente lo que pide, identificarse con su equipo, un equipo que luche y que pelee. Jugar bien al futbol”. Sentenció “El Vasco”.

Para lograr ese cambio de actitud de la afición, primero tendrá que potenciar al Tricolor en todos los aspectos, y terminar con esos vicios que desde hace varios años han sido uno de los principales problemas que se vienen arrastrando, y que a la postre lo tienen sumido en resultados negativos o poco convincentes.

"Llegamos en un momento delicado, los últimos tres técnicos manejamos casi los mismos jugadores, hay que potenciar nuestras fortalezas y trabajar en nuestras debilidades. Hay que ir buscando, hay que ver si en estos dos años aparecen nuevos talentos para presentarnos con una selección bien trabajada y pocas debilidades".

Aunque resaltó que le gustó la actitud mostrada ante el cuadro neozelandés, sabe que existen otras áreas de oportunidad por mejorar y explotar. “Me gustó la actitud, que sin hacer un gran partido el equipo siguió corriendo y metiendo, una gran actitud, no me gustó demasiado juego hacia atrás, muy pausado, pudieron ser más agresivos y hay que corregir cosas en el aspecto defensivo, también tenemos que ser más egoístas en la ofensiva sobre todo si estás frente al portero, no hay que conformarnos, eso no me gustó mucho”.

Lo dicho Javier Aguirre no es un mago, pero sin duda un tipo que sabe cargar con éstas y otras presiones, que entiende mejor que nadie que, aunque la situación pinta complicada, siempre encontrará un punto de equilibro.