El aclamado (por la FIFA) VAR, o Video Assistant Referee, sigue dando de qué hablar, pero no en el buen sentido. Su última intervención, en el final de México-Nueva Zelanda, fue un gigantesco fiasco.
Marco Fabián reconoció que merecía la roja: “Por ahí suelto algún golpe en la trifulca…”
El mediocampista de México fue sincero con respecto a la batalla del final en la que el VAR hizo un papelón. Aunque también reclamó que era expulsión un codazo que recibió.
Después de una pelea en la que se cabecearon (literalmente) Héctor Herrera y Ryan Thomas, con el agregado de Marco Fabián tirando golpes a lo ‘Canelo’ Álvarez, el dichoso VAR asistió al árbitro Bakary Papa Gassama. Resultado: cinco minutos de espera para amonestar a tres jugadores. Casi una comedia que hizo desaparecer la expectativa de justicia que algunos depositan en esta tecnología.
Si la video asistencia no quedó del todo expuesta en este caso, ‘Marquitos’ se encargó de dejarla en un clarísimo offside. “En la trifulca yo llego a defender y por ahí suelto algún golpe que, a lo mejor, era de roja”, afirmó con una honestidad brutal. Honestidad que los miembros de la FIFA no le van a agradecer.
La sinceridad del jugador del Frankfurt tal vez se debió a que primero reclamó por un codazo que, según su visión, o mejor dicho el dolor que le transmitió su cara, era para expulsión. “Me quejo porque me dan un tremendo codazo sin balón. Esa es de roja directa si la ven las cámaras”, enfatizó. Pero las cámaras tampoco vieron esta acción. “Fue una para bien y otra para mal”, resumió.