Se podría pensar que el amistoso entre las selecciones de México y Panamá llega en buen momento luego de que el Tri se impusiera a Estados Unidos en el duelo denominado como Copa Concacaf, para definir el boleto del área a la Copa Confederaciones 2017. Festejo en territorio mexicano ante un rival que en teoría no ofrece muchos riesgos para los locales.
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La realidad es que el partido luce descafeinado, basta escuchar al entrenador de los canaleros, el colombiano Hernán Darío Gómez, quien calificó el encuentro como “juego inútil”, aunque sus argumentos son un tanto faltos de sentido común.
El ‘Bolillo’ se quejó de que a su equipo le resulta intrascendente jugar en Toluca luego de que le habían prometido un partido con sede en Puebla, esto porque los panameños deseaban ver acción en ciudades lo más cercanas al nivel del mar de cara al arranque de la eliminatoria mundialista ante rivales como Jamaica, Haití y Costa Rica. Un detalle que parece que el técnico sudamericano no consideró es que Puebla se encuentra a 2147 m. sobre el nivel del mar, apenas 453 m. por debajo de la altura de la ciudad que acoge al estadio Nemesio Diez.
Por si fuera poco, algo por todos sabido es que el Tri alineará a su cuadro alterno, compuesto por los futbolistas que no vieron acción en el duelo ante el Team USA, eso sin olvidar que tanto Rafael Márquez como ‘Chicharito’ Hernández ni siquiera viajaron a suelo mexicano.
Como es costumbre, este tipo de “accidentes” suelen acompañar a estos partidos, pero el detalle a rescatar será la despedida de Ricardo Ferretti como técnico interino del combinado azteca. El ‘Tuca’ dejará un buen sabor de boca luego de estos cuatro partidos, particularmente diciendo misión cumplida ante la tarea de lograr el boleto a Confederaciones. Muchos insisten en que el entrenador de Tigres debería quedarse y llevar las riendas del proceso que encarará el Tricolor, aunque para ello el elegido es Juan Carlos Osorio. La etapa del colombiano ya iniciará luego del duelo ante Panamá, ahora es tiempo de despedir a Ferretti como se merece.
