México está a un triunfo de Rusia 2018, pero deja vivir al Team USA con empate 1-1
México y Estados Unidos empataron 1-1 por la sexta jornada del Hexagonal de CONCACAF, con lo que el Tri está a tres puntos de asegurar su boleto.
El número mágico es 17 y México ya sumó 14. Si bien no pudo derrotar a Estados Unidos en casa, el Tri está a una victoria de llegar a Rusia 2018 y podrá viajar con tranquilidad a la sede mundialista para jugar la Copa Confederaciones.
Ningún equipo ha quedado sin ir al Mundial con 17 puntos desde que se instauró el formato del Hexagonal en CONCACAF. El empate 1-1 ante el Team USA pone al Tri a tiro de lograrlo el 1 de septiembre en casa ante Panamá.
Un partido en el Estadio Azteca que fue luz en el primer tiempo y sombra en el segundo. Vibrante y de riesgos en la mitad inicial y de precaución en la final. Una buena renta para el equipo de Bruce Arena que poco a poco suma para meterse a zona de clasificación tras un inicio de pesadilla que le costó el trabajo a Jürgen Klinsmann.
Poco tardó Estados Unidos en pegar, al aprovechar el único pestañeo de México en el partido: Javier Hernández regaló un balón en media cancha y Michael Bradley no sólo hizo una lectura correcta de la jugada, sino que además vio adelantado a Guillermo Ochoa y lo techó con un espectacular disparo de larga distancia. Silencio en el Azteca, seis minutos y el Team USA ya estaba arriba en el marcador.
El Tri tuvo que reordenarse para venir de atrás por ese "gol de vestidor". Jugó bien al pase corto ante la perenne presión y relevos en la marca estadounidense, incluso Hernández Balcázar estuvo a punto de redimirse de su falla, pero su definición no fue precisa tras recibir un globo de Carlos Vela, aunque Brad Guzan derribó al delantero y el árbitro se abstuvo de marcar un posible penal que habría empatado el juego.
Pero México le dio una sopa de su propia medicina a sus vecinos del norte: aprovechó la velocidad de sus atacantes y la precisión de sus toques, 'Chicharito' tocó a Carlos Vela, quien cambió el ritmo, le quitó un par de revoluciones a la jugada, llevó el balón a la media luna y colocó un zurdazo pegado a la base del poste para empatar el partido y hacer estallar a un nervioso Estadio Azteca.
Algo no le gustó a Juan Carlos Osorio en el desarrollo del partido, al grado que a la media hora sacó a Oswaldo Alanís para permitir el ingreso de Jesús Gallardo, un defensa por un volante de vocación de ataque, aunque jugando en la lateral. México ganó en profundidad por las bandas, de lo que careció en el primer tercio del partido gracias a un voluntarioso jugador de los Pumas, a quien sólo le faltó precisión en el último toque.
En el segundo tiempo los equipos fueron más precavidos. Estados Unidos dejó de presionar en toda la cancha y cedió la iniciativa. Poco pasó en las porterías hasta que Héctor Herrera puso un disparo de tiro libre en el travesaño de Brad Guzan.
Y apenas tres minutos después, Michael Bradley devolvió la cortesía con un disparo lejano y estuvo a centímetros de firmar el doblete.
La cuenta pendiente de Bruce Arena permanece: no ha podido derrotar a México en el Azteca. No hubo "dos a cero", tampoco revancha de Columbus. Pero mientras el Team USA ya respira por cuenta propia en esta eliminatoria, México ya tiene tierra mundialista a la vista.