Enviado San Luis Potosí
Nery Castillo, la estrella fugaz del Tri que debutó en San Luis Potosí
El futbolista que pudo jugar en las selecciones de Uruguay, Grecia, Italia y que decantó por México, se presentó en el Estadio Alfonso Lastras y así como apareció desapareció del ámbito futbolístico.
Existen por montones, en todas las épocas y en todos los equipos. Esos jugadores llamados por la prensa y la afición para romper la historia y comerse de un bocado -cual tiburón hambriento-, el fútbol y sus galaxias aledañas, pero que se quedan en meraz estrellas fugaces de las que apenas se recuerda su luz y su fútbol.
Lo primero que sorprendió de Nery Castillo cuando se le descubrió jugando en el Olympiacos de Grecia fueron sus condiciones físicas y técnicas. Su velocidad las hacía magnificarse y dejar a todos boquiabiertos.
El chico nació en 1984, precisamente, en San Luis mientras su padre, uruguayo, jugaba en el Atlético Potosino.
Bien pronto se fue de México, pero unos años más tarde saltó a la fama en el fútbol helénico y por supuesto no pasó desapercibido en México.
Tenía la opción de jugar para Uruguay la tierra de su padre, para Italia la de su madre, para Grecia donde ya llevaba jugando seis o siete años y para México donde había nacido.
Tras un largo camino, no siempre claro, pero sí con varios desaires en el que al menos pujaron por él los uruguayos, el chico decidió jugar con el Tri.
Su debut, casualmente, se dio en su tierra natal a la que no había vuelto desde niño, San Luis Potosí.
Se presentó el 2 de junio del 2007 en el Estadio Alfonso Lastras frente a Irán. La Selección Mexicana se impuso claramente 4-0 al conjunto asiático, pero la prensa de esos días de lo único que hablaba era de aquel chico con acento sudamericano y que jugaba en Grecia.
No marcó, pero ayudó con su solvencia y efectividad en la goleada.
Días más tarde participó en la Copa Oro y marcó un tanto, pero su explosión se dió en la Copa América de Venezuela ese mismo año. Hizo cuatro goles y ayudó a México para ser el tercer sitio del torneo.
Su partido ante Brasil y uno de los dos goles que anotó ante los amazónicos, deben estar en a antología de grandes actuaciones de un jugador con el Tri.
Aquella copa, le valió ser transferido al Shakhtar Donetsk de Ucrania en una cifra récord, pero ahí mismo iniciaría su debacle.
Por distintos motivos -sus dos padres murieron de cáncer, se separó de su pareja, pueden ser un par de ellos-, el chico no término de cuajar en el fútbol y a partir de ese punto vagó de equipo en equipo (Manchester City, Dnipro, Chicago Fire, Aris Salónica, Pachuca, León y Rayo Vallecano), pero nunca más fue el mismo.
Tras la campaña 2013-14, no apareció registrado en ningún equipo y más tarde se supo que se había retirado a los 30 años.
Volvió entonces a Grecia, el lugar de sus mayores triunfos, y puso una tienda de artículos para pesca deportiva llamada 'Nery's Fishing'.