El debut de Alejandro Pozuelo abrió una puerta que parecía clausurada para la afición de Toronto FC.
Alejandro Pozuelo: magia, veneno y 'arte' para volver a llevar a Toronto FC a la gloria
Con un fútbol alegre e incontestable, el andaluz abrió al medio a la MLS con su espectacular debut. Gracias al 10, Toronto FC vuelve a ser candidato a ganarlo todo.
Es que, históricamente, el seguidor del cuadro escarlata está acostumbrado a sufrir. El maravilloso ciclo que se inició en 2015 de la mano de un trío brillante de talentos formado por Sebastian Giovinco, Jozy Altidore y Michael Bradley y que culminó con un histórico triplete en 2017 fue la excepción dentro de la historia del club en MLS, que comenzó en 2007.
La mala temporada en 2018 -solo rescatable por la buena campaña que el equipo hizo a inicios del año, llegando hasta la final de la Liga de Campeones de Concacaf- y la salida de dos jugadores clave como 'la Hormiga Atómica' y el enganche español Víctor Vázquez hizo temer lo peor.
No solo el equipo no clasificó en el curso pasado a los Playoffs. El triste cierre de año pareció a más de uno un boleto de regreso a momentos poco felices, habituales para el fanático histórico de la franquicia.
Pero el viernes por la noche los 80 minutos de fútbol de otro nivel de Pozuelo en BMO Field -coronados por dos goles espectaculares y una lujosa asistencia- todo lo cambiaron. Las 'viudas' de Giovinco y Vázquez, de manera justificada y quizás no esperada, volvieron a sonreir. Es que el titiritero andaluz volvió a descubrir la ruta de la trascendencia y de las metas grandes para el club canadiense.
Vamos a decirlo de manera clara: de la mano de Alejandro Pozuelo el equipo de Toronto FC puede ilusionarse una vez más con luchar por un título. Probablemente, incluso más que aspirar a eso. Con la inclusión del español Toronto is back!.
Todo el crédito para la directiva de TFC, que reconoció que persiguió la contratación del nuevo 10
durante años. De un plumazo -aunque la afición no los olvide- Toronto dio con la persona que pudiera reemplazar a los dos cracks emigrados.
Porque lo de Pozuelo fue tan rápido, brutal y demoledor como eso. Una semana después de haber puesto pie en Canadá, en su partido de debut 'jugó de Giovinco', 'hizo de Vázquez' y se asoció con Altidore como si se conocieran de toda la vida. Y todo con una sonrisa, con desparpajo -el penal 'a lo Panenka' es la mejor prueba de ello-, y con el gracejo sevillano que a esta altura de su vida futbolística le sienta de perlas a un equipo revivido.
Mucho de lo que llevó no hace tanto a Toronto FC a ser el mejor equipo de la MLS sigue estando allí. ¿Cuántos mejores goleadores tiene la liga frente a un Jozy Altidore renovado (en todos los sentidos)? Michael Bradley, Jonathan Osorio y Marky Delgado integran una línea de volantes con la que la mayoría de los clubes de la liga ni siquiera pueden soñar. La defensa vuelve a dar señales de haber recuperado la solvencia de dos temporadas atrás. Y, más importante... Éste equipo sabe ganar. Sabe manejar los tiempos, y regresa con ánimo de revancha, con el cuchillo entre los dientes.
Un hechizo desconocido
El primer partido de Pozuelo en MLS caló tan profundo porque fue m´ás o menos inesperado. Sí, sabíamos que el español llegaba a Norteamérica con la etiqueta de haber sido el mejor jugador de la primera división belga en las últimas dos temporadas. Pero la magia (fue el propio jugador que desde su llegado apela una y otra vez a esa palabra) y el veneno -en su tierra natal dirían 'el arte'- que Alejandro desprendió en el 4-0 ante New York City FC fue mucho más de lo que uno honestamente podía esperar.
Que Carlos Vela, Wayne Rooney o Zlatan Ibrahimovic hagan cosas descomunales en los terrenos
de juego forma parte de la realidad de la MLS. Lo del andaluz fue igual de bueno, aunque absolutamente fuera del libreto. De golpe, la liga norteamericana descubrió a un nuevo ídolo, alguien que por su edad -tiene 27 años- puede marcar un surco y hacer verdadera historia en el fútbol norteamericano.
Ya lo han comparado con Andrés Iniesta y Leo Messi, aunque ni una célula de Alejandro Pozuelo tiene ADN Barcelona. El nuevo gigante de Toronto FC es del Betis hasta la médula. Desde pequeño se formó en el club en el que hoy brillan los mexicanos Andrés Guardado y Diego Lainez. Y desde allí voló para breves fases en el Swansea City y el Rayo Vallecano. Fue el KRC Genk de Bélgica el que le dio la posibilidad de trascender. Y hoy Toronto ya hace uso de su capacidad de ser diferente.
¿Diestro o zurdo? Trata al balón con exquisitez con ambos pies. Distrae a la vista de todos y ejecuta por el lado ciego. Hay mucho de torero en él. Su juego trasciende lo regular. A Pozuelo se le nota el talento y la picardía desde el primer momento en el que pisa una cancha. Enamoramiento inmediato entre Toronto FC y su nuevo guía. Magnetismo de ese que ejercen las estrellas del rock. El Dr. Pozuelo atiende el sábado por la tarde en BMO Field frente a sus nuevos fieles en un partido ante Chicago Fire. Y luego sale de gira, para predicar la Buena Nueva en Seattle, frente a todo un equipazo como son los Sounders.
Del mítico barrio de Triana al mundo, Alejandro Pozuelo lleva por estandarte la camiseta de Toronto FC. El Expreso Escarlata vuelve a circular a toda velocidad por la vía que conduce a la postemporada.