Por: Hugo Chávez Barroso (@HugoCarlosChB)
Dominic Kinnear, el viejo zorro… ¿entrará de nuevo a Playoffs sobre el final de la temporada?
En sus últimas campañas, y dirigiendo a Houston Dynamo, el DT escocés estuvieron al límite en la recta final.
Las últimas tres temporadas del Houston Dynamo al mando del director técnico Dominic Kinnear tuvieron finales de fotografía en su recorrido hacia la meta de los Playoffs.
Incluso se llegó a reportar que Kinnear les daba días libres a sus jugadores a mitad de temporada para que llegaran frescos en la recta final y estar en plena forma en la parte más relevante del torneo.
En la campaña 2012, sacó lo mejor de su plantel al inicio de la segunda vuelta del torneo, donde llegó a ligar cinco triunfos consecutivos. Además, de que fue en ese tiempo en el que incorporó a un jugador que aún es clave en el Dynamo, el catracho Óscar Boniek García.
Después vino una muy mala racha, en la que apenas consiguieron un triunfo en siete partidos. Pero el cierre fue justo para darle la clasificación al club texano con dos triunfos, un empate y una derrota. Esos tres encuentros en los que lograron sacar los siete puntos clave, fueron todos jugados en el recién estrenado BBVA Compass Stadium. Posiblemente fríamente calculado por Kinnear, quien basó su poderío como local durante toda la campaña regular, de hecho termino invicto.
Houston alcanzó a clasificarse con el último boleto de la Conferencia Este, en el quinto sitio y superando por un punto al Columbus Crew. Entre los 10 clasificados a la postemporada entre las dos conferencias, el Dynamo solo tenía más puntos que el Vancouver Whitecaps.
Una vez en los Playoffs, Kinnear encontró el mejor nivel de su equipo, logrando sacar resultados como visitante, cuando durante la temporada regular había sido un desastre cuando salían de casa.
Aunque al final, se tuvieron que conformar con el subcampeonato, nadie se esperaba el pico futbolístico que alcanzó el equipo en la recta final.
EN 2013, LA MISMA DOSIS
Para el 2013, las cosas no fueron muy distintas. Tras algunas rachas importantes de triunfos y algunas muy bajas que hacían pensar que lo del 2012 había sido una casualidad de una vez, Kinnear volvió a levantar al equipo lo suficiente en el último estirón de la temporada.
En los últimos siete partidos, Houston consiguió cuatro triunfos, dos empates y tan solo una derrota. Pero los números son fríos a comparación de como realmente de ese cierre. En la penúltima jornada cayeron goleados en casa ante el New York Red Bulls, lo que los obligaba a sacar un triunfo como visitantes en la última jornada – hasta ese momento, solo habían ganado tres partidos en esa calidad.
Pero el equipo naranja sacó el temple, gano 2-1 al D.C. United, y se volvió a meter a los Playoffs siendo el penúltimo mejor equipo entre los clasificados de las dos conferencias. Ya en la serie semifinal de conferencia, dieron la gran campanada al pegarle al ultra favorito y quien los había casi dejado moribundos en la penúltima jornada, New York Red Bulls. Los taurinos habían sido los superlíderes ganadores del Supporters’ Shield, pero una vez más el viejo lobo Kinnear sacó a relucir que más sabe el diablo por viejo que por malo. Y eso le peso bastante al novato técnico neoyorquino Mike Petke.
Pero terminaron un escalón más abajo, ya que no alcanzaron la final de la Copa MLS, y cayeron ante Sporting Kansas City en la final de conferencia.
Para el 2014, una vez más Houston se vio acorralado hacia el final, necesitado de puntos. A diferencia de las dos temporadas anteriores, parecía que la proeza era más viable, ya que tenía varios juegos pendientes y dependían en plenitud de ellos mismos.
Sin embargo, el maestro Kinnear ya no puso lograr el milagro, la mística había desaparecido. Nos quedamos esperando el famoso repunte. Ese fue el último año de Dominic Kinnear al frente del cuadro texano.
Con San José, las similitudes con las últimas tres campanas de Kinnear en Houston son inevitables. Los Earthquakes han tenido una temporada de altibajos. Pero la caída en julio y hasta principios de agosto fue dramática. Todo hacía pensar que el equipo se le caía en definitiva a Kinnear. No se podía estar más equivocado.
El genio Kinnear, como si fuera un deja vú, volvió a retomar el camino del ascenso a mediados de agosto. Con una impresionante racha de cuatro triunfos al hilo, de los cuales los últimos tres han sido ante los rivales más fuertes de la MLS, mostrando que los Quakes están a la altura.
San José goleó y humilló al Sporting Kansas City en el mismísimo Infierno Azul donde estaban invictos, luego derrotaron al líder de la Conferencia Este D.C. United también a domicilio, y finalmente vencieron en el California Clásico en casa al todopoderoso LA Galaxy que venía goleando a propios y extraños.
En esta racha, los Quakes no han recibido ni un solo gol, y de estar prácticamente desahuciados pasaron a ser uno de los equipos más prendidos de la liga y a ponerse en zona de clasificación a los Playoffs.
Lo de Kinnear ya no puede ser una casualidad, su estilo se inclina por apostar todo en levantarse cuando ya lo dan por muerto, pasa por el no levantar pecho al kilómetro 10 sino en meter el acelerador en la recta final de la larga temporada.