A lo Quakes, así fue la dramática y emotiva victoria de San Jose Earthquakes por 2-1 sobre LA Galaxy en una candente edición del ‘Cali Clásico’.
En el último suspiro, a lo Quakes, San Jose gana un dramático y polémico Clásico de California
LA Galaxy no pudo sostener la ventaja y los Earthquakes le dieron la voltereta al marcador con un par de golazos que enloquecieron al Stanford Stadium.
El Clásico de California se jugó con ingredientes poco comunes ya que los Quakes debutaban a su nuevo DT y el Galaxy ante las ausencias por llamado a la selección de Giovani dos Santos y Gyasi Zardes, así como las múltiples bajas por lesión, solo tuvo cinco jugadores en el banco de suplentes.
Pero a pesar de estar tremendamente mermado en su plantel, el cuadro angelino sacó el orgullo y tomó una tempranera ventaja ante su odiado rival mediante el primer gol en la MLS del defensor belga Jelle Van Damme en una jugada de laboratorio.
Pero el adagio futbolístico dicta que técnico que debuta, gana. Y a eso le podemos sumar el famoso dicho de los Quakes, aquel que reza nunca darse por muertos. Como si fuera una película ya antes vista que se tiene que repetir, casi como si estos guiones los Earthquakes los tuvieran reservados para este clásico, se volvió a dar.
Los locales, ante los más de 50 mil espectadores que abarrotaron el Stanford Stadium (su estadio alterno), generaron oportunidades para emparejar los cartones, no se dieron por vencidos, e hicieron estallar de júbilo a sus aficionados con un tanto a 15 minutos del final.
El anotador fue el eterno, el héroe de mil batallas, el histórico goleador de los Quakes, Chris Wondolowski. Y no fue un gol cualquiera, fue un golazo de Wondo con un pase de más de 70 metros del arquero David Bingham incluido.
Pero había aún mucho más emoción por delante. Uno de los favoritos de la afición de San Jose, Shea Salinas, que había entrado de cambio, le pegó con todo el corazón Quake en el cuarto y último minuto del tiempo agregado, y anotó el gol que hizo enloquecer a todos los presentes.
La polémica se dio porque unos minutos antes del segundo gol, Van Damme reclamó una clara mano del hondureño Víctor Bernárdez que les hubiera dado un penalti a favor a los galácticos. Ya con el partido finalizado, Van Damme fue expulsado por reclamarle fuertemente al árbitro.