La revolución de Jason Kreis en New York City empieza por el mediocampo

Por Ariel Judas

BRONX, NY-  La racha de once partidos seguidos sin triunfos parece olvidada, lejana. New York City FC ganó sus dos últimos encuentros, y no solamente es la suerte lo cambió en el seno de una de las dos franquicias en expansión de la temporada 2015. Hay otra actitud en el equipo, y una clara transición táctica hacia el ideal de juego del entrenador Jason Kreis.

El momento más alto en la carrera del técnico se produjo en 2009, cuando ganó el título de liga con Real Salt Lake, club con el que clasificó a seis playoffs consecutivos. Ese RSL jugaba bajo un sistema táctico de 4-4-2, con un ‘diamante’ o rombo poblado por cuatro volantes ágiles y polivalentes, marca de la casa del equipo de Utah.

Hasta la semana pasada NYCFC no se había parecido demasiado al equipo que -en la mente de Kreis- puede ser. Tras intentarlo con hasta media docena de distintos sistemas, el coach afianzó su trabajo en base a un 4-4-2 ‘plano’, como el que empleó en la victoria frente a Philadelphia en la semana 14. El cuarteto formado por Velásquez, Jacobson, Poku y McNamara no solamente implicó un importante cambio de nombres en el XI titular, sino también una evolución táctica.

NYCFC comenzó en ese partido a jugar diferente. Mejor dicho, comenzó de a poco a reflejar el ideal de juego que llevó al entrenador Jason Kreis a ser uno de los más respetados de la liga. Asociación en la mitad del terreno, presión en terreno rival, transición hacia el área rival, y un ataque que definitivamente ya no depende solamente de los delanteros.

“Hemos mejorado mucho en la presión. No sólo en la presión arriba, sino en la presión de todo el equipo”, destaca David Villa. “Cuanto más tienes la pelota, atacas mejor. No es por un jugador individual ni por dos. Es un cambio total del equipo”.

Esa progresión colectiva permitió que el sábado New York City FC pudiera jugar desde el arranque ante Montreal Impact con el esperado ‘diamante’ de Kreis. Jacobson, Ballouchy,  McNamara y Grabavoy fueron el motor en el que probablemente fue el mejor partido del equipo en la liga hasta ahora.

“La semana pasada (en Philadelphia) conseguimos un buen resultado, pero no fue la mejor de las actuaciones”, opinó Tommy McNamara, la nueva figura del equipo. “Esta semana no solamente obtuvimos el resultado, sino que jugamos bastante bien.”

La revolución en el equipo nace desde el mediocampo, un sector en el que McNamara reconoce que ha costado conjugar a los distintos elementos del plantel. “ Lo que el coach Kreis nos pide es bastante distinto a lo que hab ía experimentado con anterioridad. Nos llevó un tiempo estar todos en la misma página. Fue duro.”

Esa línea de volantes más dinámica, más proactiva en el juego permite que New York juegue más adelantado y a un toque, lo que genera sorpresa en el rival. “Cuando recuperas la pelota rápido el rival está mal colocado, porque le recuperas la pelota y tenemos más juego”, ratificó ‘el Guaje’ Villa.

Una sensación que comparte Mix Dikerud, uno de los más satisfechos con el cambio. “Retenemos la pelota, creamos un montón de oportunidades. Estamos haciendo un buen fútbol.”