LAFC campeón gracias a “Mister Finales” Bale y la táctica fija vía la zurda de Vela

Una autentica montaña rusa de emociones la final de la MLS Cup 2022. La mejor en por lo menos la última década en muchas maneras, y que culminó con la coronación por primera vez de Los Ángeles Football Club el sábado por la tarde tras vencer 3-0 en serie de penales (3-3 al termino de los tiempos extras) al Philadelphia Union.

Para entender cómo se dio el éxito del conjunto Negro y Oro en una inolvidable final de la liga norteamericana, hay que analizar tres puntuales factores: la táctica fija por conducto de Carlos Vela, el revulsivo que represento Gareth Bale (para variar en una final), y la definición por penales con los múltiples contextos que conllevaba.

1. EL BALÓN PARADO Y LA PRIVILEGIADA ZURDA DE VELA

Desde hace ya bastante tiempo, en lo que se conoce como el fútbol moderno, se insiste en la importancia del balón parado. Sobre todo en partidos cerrados en los que los mínimos detalles suelen marcar la diferencia. Como por ejemplo, en una final.

Estas jugadas de pizarrón de los dirigidos por Steve Cherundolo tienen un plus muy relevante: la zurda de Carlos Vela. El capitán mexicano del conjunto Negro y Oro cuenta con una exquisita pegada que cualquier ejecución de balón parado que realiza, es prácticamente un dardo envenenado.

Y en ocasiones, ni siquiera se necesita que Vela los ejecute, basta con que sirva como anzuelo. El primer gol ante Philly fue en un tiro libre en el que todos esperaban el disparo de Cracklitos. En cambio, fue Kellyn Acosta quien le pego de derecha y causo el desconcierto en la barrera que culminó con un fortuito desvió a favor de los angelinos.

El segundo fue mediante la especialidad de la casa, el tiro de esquina. Vela puso el esférico donde puso el ojo y con toda la ventaja para que Jesús Murillo cabeceara a placer. El zaguero colombiano se reivindicaba con su gol tras haber pifiada en el primer tanto del Union.

Cabe recalcar que no es un arma que solo utilizaron en la MLS Cup, fue una constante a lo largo de la campaña regular. Y durante los Playoffs, fueron fundamentales en los triunfos sobre LA Galaxy en el clásico angelino y en la final de Conferencia Oeste contra Austin FC – tres en total por la vía del corner, dos cobrados por El Bombardero.

2. ¿PARA QUÉ VINO GARETH BALE?

LAFC ya estaba armado hasta los dientes, y aun así, a media temporada decidieron fichar a una pieza que para muchos sobraba. Y de la que aparte se dudaba sobre el nivel en el que se encontraba. Hablamos de Gareth Bale.

El icónico jugador de la selección del País de Gales tuvo pocos minutos y su aporte en la cancha hasta el sábado, había sido casi mínimo y ciertamente pasaba muy desapercibido. En otras palabras, sustentaba la hipótesis de que el ‘Dream Team’ angelino no requería de Bale. Y que además, seguía siendo intrascendente como en su ultima campaña en el Real Madrid.

Algunos pensaban que venía para ponerse en forma para la Copa del Mundo que comienza en un par de semanas en Qatar. Pero ni siquiera ahí estaba dando argumentos. Pero Bale, un hombre de jerarquía al que no le tiemblan las piernas en las finales, se hace presente en los momentos cumbre.

Cuando estábamos ya en el agregado del tiempo extra, con LAFC abajo 2-3, con un hombre menos por expulsión, y con las figuras de Carlos Vela y Chicho Arango en el banquillo, apareció como en aquella final con los Merengues ante el Liverpool para resolver . Sir Gareth Bale marcó el dramático y delirante 3-3 más impensado en la historia de la final de la MLS Cup.

3. NO CRÉPEAU, MCCARTHY PARTY

Maxime Crépeau había tenido una gran temporada con LAFC y un soberbio proceso en la selección de Canadá. Se la jugo en el segundo tiempo extra cuando quedaba mano a mano con el delantero de Philly y se fue expulsado y lesionado (poniendo en duda su participación en el Mundial en puerta). Era eso, o el gol que significaba la probable derrota.

Para suplirlo apareció John McCarthy. Un hijo de Philadelphia, que además tuvo sus inicios con el Union. El dicho dice que “para que la cuña apriete…”. Y así fue. El tipo se plantó en la serie de penales como un autentico gigante. No permitió ni un gol desde el manchón penal, atajando un par, y dándole la posibilidad a Ilie Sánchez de convertir el gol de la gloria en el cuarto penalti.