Hasta hace un par de días los dos equipos en expansión en la temporada 2020 de MLS eran un misterio bastante concreto. Pasado el fin de semana y sus respectivos debuts en la liga, Nashville SC e Inter Miami CF comienzan a definir sus identidades de cara al público.
Los debuts de Inter Miami y Nashville SC auguran cosas buenas
Los dos nuevos equipos perdieron, pero dejaron una imagen positiva el fin de semana.
Lo primero que es necesario decir es que ambos conjuntos -pese a perder en sus partidos inaugurales- dejaron señales positivas y plantaron cara ante dos de los rivales más fuertes que Major League Soccer puede presentar.
NASHVILLE SC
Para la franquicia de 'la Ciudad de la Música' el adversario fue Atlanta United FC. El marco preparado en el Nissan Stadium -ante 60.000 espectadores- fue bastante espectacular y resultó ser una tarjeta de presentación memorable para el nuevo club en MLS, que cayó por 2-1.
Si algo se puede decir del Nashville de Gary Smith es que desde mitad de cancha hacia atrás es muy sólido para ser un equipo en expansión. El dibujo táctico de 4-4-2 mostrado en el partido número uno de su carrera en Major League Soccer dejó en claro que el centro del campo va a ser un peaje difícil de franquear: el doble pivote formado por Dax McCarty y Aníbal Godoy suma la experiencia y la capacidad de desgastar a equipos rivales que pueden ser marca de la casa en 2020 para Nashville SC.
En modo defensivo, el equipo amarillo se cierra e intenta dirigir los ataques del rival a través de la barrera formada por el estadounidense y el panameño. Y -detrás del dúo de volantes- el último recurso es el central Walker Zimmerman, el último en llegar al plantel.
Durante largos tramos del partido frente a Atlanta esa fórmula de protección funcionó bien para Nashville.
En ataque, Smith apuesta todo por la transición. El equipo aplica un juego directo, no demasiado elaborado en el fondo. Pero sí intenta especializarse en la recuperación rápida de la pelota para lanzarla hacia un trío de atacantes de cuidado: Randall Leal, David Accam y Hany Mukhtar.
INTER MIAMI CF
Así como Nashville da la sensación de ser un proyecto que ya cuenta con una buena cantidad de los que en este primer año serán sus titulares, en Miami el sentido es otro. La escuadra de Diego Alonso es todavía un trabajo en desarrollo. Muchas cosas pueden cambiar desde aquí al verano. Pero -pese a eso- su primer partido dejó cosas interesantes.
La más visible es que al equipo del sur del estado de Florida le falta solidez en la defensa. Dejando de lado al central argentino Nico Figal, el afilado ataque de LAFC produjo muchos pasos en falso, llegadas fuera de tiempo y errores en la última línea del conjunto rosado. La mayoría de ellos disimulados por una gran actuación en Los Ángeles del arquero y capitán Luis Robles.
Las lesiones (en particular la del ariete argentino Julián Carranza) y la falta de incorporaciones de mayor peso em esa zona forzaron a Miami a jugar con Robbie Robinson como único delantero de referencia. El atacante de 21 años llegado desde la Universidad de Clemson hizo lo que pudo ante una última línea de Los Angeles Football Club algo cansada, pero casi siempre correcta y eficaz. No es su culpa, pero Robinson en ningún momento inquietó al dueño de casa.
A Rodolfo Pizarro -ahora mismo la máxima figura del conjunto sueño- puede costarle un poco más de lo previsto mostrar el nivel que recientemente exhibió en la Liga MX. El volante ofensivo tiene que hacer más cosas que las que hacía en Monterrey y -salvo por el caso del extremo por izquierda Matías Pellegrini- todavía no encuentra cómplices en el armado de jugadas de ataque.
Inter Miami no busca complicarse demasiado la vida en sus inicios. Con el balón al pie y en función de ataque, el equipo se despliega con un 4-3-3. Cuando necesita defender, en cambio, se articula como un 4-4-2 de presión alta.
Puede parecer poco, pero a Miami jamás se le escapó de las manos el partido ante LAFC. Siempre tuvo opciones de -al menos- igualarlo. No se dio finalmente, pero todos tienen claro que la presión en la salida del rival y la velocidad para entregar balones a sus atacantes pueden ser el santo y seña del nuevo equipo en su año de introducción a MLS.