Para la temporada 2023 de la MLS se integró a la liga el St. Louis CITY SC. Su debut no era nada sencillo, de visita ante Austin FC, equipo donde juega Sebastián Driussi quien la campaña pasada estuvo en la terna final por el galardón de MVP.
Obra de arte de Sebastián Driussi no basto y Austin cayó ante el debutante St. Louis
El crack argentino de Austin FC nos regaló un golazo, pero el CITY SC logró una asombrosa remontada en los minutos finales.
El argentino se estaba encargando de darles “la bienvenida” con una autentica obra maestra que encaminaba una remontada con la cual los texanos vencían al club de expansión. Sin embargo, St. Louis les pago con la misma moneda y le dio la voltereta en los minutos finales para llevarse la victoria por 3-2 en un duelazo.
St. Louis se puso en ventaja en la primera mitad con un cabezazo de Tim Parker. Un gol histórico para la franquicia ya que por siempre será el primero oficial. Cabe decir que el tanto fue posible a una muy mala salida del arquero Brad Stuver.
El CITY estaba a unos cuantos segundos de irse al descanso con la ventaja, pero la sonrisa se las borro Driussi justo antes. El crack de Austin que para esta temporada cambio el dorsal 7 por la 10, estreno el legendario numero del fútbol con un auténtico golazo que igualo momentáneamente la pizarra.
Driussi bajo un balón largo que venia de su central. La recepción orientada lo dejo sin marca pegajosa en las afueras del área grande. Y definió con una vaselina para enmarcar. Un gol que deberá estar en el repertorio de golazos de la temporada, y eso que es jornada 1.
En la segunda mitad, el cuadro texano le dio vuelta al marcador con un gol de Jon Gallagher a pase de Diego Fagundez. Un tanto que parecía definitivo. Pero otro grave error, el daría la igualdad a la escuadra de Missouri.
Jared Stroud recibió una “asistencia” del defensor Kipp Keller que buscaba conectar con su arquero cuando no se vislumbraba como el visitante pudiera igualar.
El balde de agua fría se convirtió en helada para Austin cuando Klauss le rompió la cintura a Keller para definir de tres dedos y ponerle cifras definitivas a la partida. Una noche de pesadilla para Keller, y una inolvidable para todo St. Louis.