Las críticas en el futbol y en la vida deben hacerse sin exceso y fundamentadas.
Por:
Hugo Salcedo.
Emitir críticas de todo tipo en el futbol es una forma de convivir con este deporte, lo hacen los especialistas y también, desde luego en gran medida, los aficionados. Sin embargo, esas críticas y comentarios deben ser valoradas de acuerdo al respeto con que se hagan y conocimiento acerca de los que se está analizando. Es común que nos dejemos llevar solo por el resultado sin analizar con mayor profundidad lo que realmente sucede.
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En México, por ejemplo, durante años Javier Hernández fue el centro de muchas de las críticas, sobre todo en selección nacional, ahora que no está es el objeto del deseo de esos aficionados que durante tiempo lo insultaron a más no poder.
Y así pasamos por jugadores que militan en clubes europeos, deben estar en la selección por competir a un mejor nivel, pero si juegan mal, ya no sirven, están viejos y hasta se les ha olvidado cómo jugar al futbol, se dice.
Pero esta crítica desmedida y en ocasiones sin sentido ni fundamento, se presenta en prácticamente todo el mundo. En Argentina, por ejemplo, Lionel Scaloni fue duramente criticado sin siquiera haber dirigido; fue catalogado de técnico sin experiencia que jamás llevaría a logros importantes a la Albiceleste. Con su gran dirección técnica fueron campeones de América y hoy esas críticas se han convertido en elogios.
Para Ángel Di María el panorama no es tan diferente. No servía, se lesionaba en los momentos importantes, era jugador de club y no de selección, y hoy es uno de los favoritos de los aficionados.
La crítica, como todo en la vida, que nos sea en exceso.
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