Regresar el tiempo y vivir una de las mejores finales en la historia del futbol mexicano, nos coloca en Toluca, aquel domingo 6 de junio de 1999 cuando los Diablos Rojos y el Atlas protagonizaron un espectáculo sin igual en la lucha por el título.
Futbol Retro | Fue de alarido la histórica final entre Toluca y Atlas de 1999
Los Rojinegros de La Volpe cayeron en penales pero se ganaron a toda la afición mexicana.
El duelo de ida fue como ambos equipos nos tenían acostumbrados: frenético, lleno de velocidad, gambetas y goles. Era habitual ver volar por el extremo izquierdo a Daniel Osorno y al 'Carioca' Andrade por derecha. Mientras los Diablos nos llenaban de alegría con la explosividad de la dupla Cardozo-Abundis; las atajadas de Cristante y la creatividad de Fabián Estay.
Cada palabra recrea en mi memoria auqel 3-3 con el que se fueron a definir el campeón a Toluca y pareció que jamás terminó el ritmo maravilloso de aquella ida, pues al minuto de iniciado, Hugo Norberto Castillo aventajó a los Zorros. Poco duró el gusto porque Saturnino Cardozo les empató dos minutos después.
El calor en el infierno incrementaba y con ello el oasis de una copa que parecía no tener definido con quién se quedaría. Fue entonces como emergió el 'Flaco' Macías desde la defensa para poner el 2-1 en favor de los locales a los 26 minutos. La tendencia no cesaba y al minuto 50 llegó Miguel Zepeda para empatar el juego.
Esa mágica y cardiaca final llegó hasta el punto de penal; toda la odisea vivida en 210 minutos, cinco goles y las pulsasiones a tope se definió en once pasos y más anotaciones. El marcador estaba empatado a cuatro tantos, la naciente estrella mexicana Rafa Márquez había concretado su penal y salvador Carmona ponía el 5-4 para dejar todo en las piernas de 'Jerry' Estrada, que erró su penal y Toluca fue campeón.
Para muchos esa final debía tener dos campeones, sin embargo, más supo el diablo por viejo y demostró que en casa eran imbatibles. El mejor futbol nunca antes ni después visto en una Final del futbol mexicano se dio en la Bombonera. Vaya gratos recuerdos.