Después de 22 años, el Arsenal tenía un nuevo entrenador en su banquillo. La salida de Arsène Wenger le dio paso a Unai Emery, quien hoy debutaba oficialmente como técnico de los ‘Gunners’ y lo hizo ante el peor rival posible, el campeón Manchester City, equipo que terminó amargando al español y sus muchachos tras lograr una victoria de 2-0.
Nada cambió: el campeón City ganó 2-0 y le dio una amarga bienvenida a la ‘era Emery’ en el Arsenal
Con goles de Raheem Sterling y Bernardo Silva, a los 14 y 64 minutos, los dirigidos por Josep Guardiola ganaron y sumaron sus primeros tres puntos.
El City de Josep Guardiola ya es una máquina bien aceitada y eso se pudo desde el primer minuto, pues de inicio se hicieron con la posesión del balón y comenzaron a fabricar opciones al arco defendido por Peter Cech.
Al Arsenal le costaba quitarle el balón a su rival y evitar la presión que ejercían los de Pep. Fruto de dicho acoso, a los 14 minutos, Raheem Sterling aprovechó una buena jugada individual para sacar un remate cruzado y a media altura que tomó algo desprevenido a Cech para anotar el 1-0 a favor de los ‘Citizens’.
Muy poco pudo hacer el equipo local para superar la superioridad de un rival que tenía como gran novedad la presencia del argelino Riyad Mahrez, el nuevo refuerzo del City, quien se hizo famoso tras su gran temporada con el Leicester City campeón hace un par de años, campaña que le valió para ser el mejor jugador de la Premier League dicha temporada.
Para la segunda mitad, el Arsenal mostró algo más de rebeldía y trató de ser más frontal en sus ataques, aunque esto provocar también muchos riesgos en defensa. Fruto de ello, a los 61 minutos, Sergio Agüero tuvo el 2-0 en sus pies, pero perdió en el mano a mano ante Cech.
No obstante, tres minutos después, tras un gran desborde del lateral francés Benjamin Mendy, el portugués Bernardo Silva remató con potencia para poner el segundo para el City, el cual cayó como un balde de agua fría a los de Emery. La jugada hecha por los dos excompañeros del AS Monaco resultó ser un castigo ya demasiado fuerte para un Arsenal que con ese tanto perdió el alma con el que había iniciado la segunda mitad.
El resto de partido fue un mero trámite y, para ser sinceros, siempre se vio más cerca la posibilidad de un 3-0 en vez de un posible descuento para los ‘Gunners’, un conjunto que tendrá que mejorar mucho si en verdad quiere pelear por volver a ganar la Premier League, un título que no consigue desde la temporada 2003-04.